
El Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano de la historia, falleció según el comunicado oficial de la Santa Sede, como consecuencia de un colapso cardiovascular irreversible y una apoplejía cerebral mientras dormía.
El Sumo Pontífice, de 87 años, había sido dado de alta hacía dos meses del Policlínico Gemelli de Roma tras permanecer 38 días hospitalizado por neumonía bilateral. Su frágil estado de salud, agravado por bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II, lo mantenía en reposo absoluto.
De acuerdo con información publicada por el diario Corriere della Sera y confirmada posteriormente por fuentes vaticanas, Francisco despertó a las seis de la mañana en aparente buen estado, pero media hora después sufrió un derrame cerebral masivo que le causó la muerte en 35 minutos. El diagnóstico fue confirmado mediante un electrocardiograma tanatológico realizado por el profesor Andrea Arcangeli, director de Sanidad del Estado Vaticano.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede destacó que el pontífice presentaba antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda como consecuencia de su reciente neumonía. El Vaticano declaró nueve días de duelo oficial y comenzó los preparativos para los funerales, que se prevén multitudinarios.
Jorge Mario Bergoglio, el primer papa jesuita, deja un legado marcado por su estilo reformista y su enfoque pastoral hacia los sectores más vulnerables. Líderes mundiales comenzaron a expresar sus condolencias, destacando su papel como figura global.
Con su fallecimiento, se activa el periodo de Sede Vacante y se convocará a un Cónclave de cardenales para elegir a su sucesor. El Papa Francisco, conocido por su estilo sencillo y sus esfuerzos por modernizar la Iglesia, marcó una era significativa en el catolicismo contemporáneo.