Fin de semana largo, aviones llenos y paritarias abiertas: ¿puede haber mejores condimentos para una negociación dura? Imposible. Por esas horas cruciales transita el destino de miles de pasajeros que tienen sus tickets en Aerolíneas Argentinas y Austral. No sólo eso: de lo que ocurra en la negociación salarial que ahora sucede en el Ministerio de Trabajo dependerá cuál será el importe total de los subsidios que recibe la línea aérea de bandera.
En estos momentos, en las oficinas de la cartera laboral que conduce Jorge Triaca transcurre una reunión del más alto nivel que encabezan los representantes de los gremios y el presidente de la compañía, Mario Dell´Acqua. Se trata de las paritarias anuales, una de las más tardías del año.
Si lo que se escucha es la campana de la empresa las posiciones están cerca. "Ofrecemos un aumento de 16% más un bono que lleva el monto muy cercano al 20. Además, una cláusula gatillo por si la inflación está por arriba de eso", cuentan. En los gremios, la posición es otra. "Si no flexibilizan la postura, seguramente habrá alguna medida de fuerza. Estamos lejos", dijo uno de los sindicalistas que reclaman un aumento del 24 por ciento.
Los gremios vienen dulces en materia aeronáutica. Aún tienen fresco el 42% de aumento que rescataron el año pasado cuando las riendas de la empresa las manejaba Isela Costantini. Ese aumento, justamente en otra de las concesiones de la anterior administración, no fue remunerativo durante varios meses y se convirtió en remunerativo (es decir que se hacen aportes) hace pocos meses. Eso, en términos reales, significa que el sueldo del bolsillo es menor por los descuentos que genera todo sueldo en blanco.
Aerolíneas ofrece ahora un bono para compensar esos aportes que, en realidad, estaban acordados con anterioridad y que, por otra parte, hacen todos los trabajadores en blanco del país. Pero los sindicatos quieren un 24%, además de esa compensación.
En Aerolíneas y Austral hacen cuentas. El propósito de Dell´Acqua es generar en pocos años una empresa que no genere déficit. Casi una obviedad, una compañía sustentable. Saben que con cada punto de aumento que se entrega se suman millones de dólares a la cuenta del déficit. Además, los sueldos de la empresa aérea estatal no sólo están muy por encima de lo que percibe cualquier trabajador del Estado sino que, además, también son altos respecto de la industria aerocomercial.
Por ahora, todo es negociación. Los ejecutivos de la empresa y los sindicatos saben que todo es distinto en los días previos a un fin de semana largo. Los gremios ya advirtieron que seguramente habrá quite de colaboración, una medida silenciosa que genera pequeñas y constantes demoras que terminan por modificar la operación y generar demoras o cancelaciones de vuelos.
Fuente: La Nación