La desaceleración de la inflación, el cierre de las paritarias, el cobro del medio aguinaldo y las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos meses, entre los que se destacan el programa de "Precios esenciales", suponían consecuencias directas en el consumo masivo.
Pero más allá del impacto que tuvo el programa oficial, cuyos productos tuvieron un crecimiento en ventas superior al 100% desde su implementación en abril, fue en detrimento de otros consumos, ya que la demanda de alimentos y artículos de tocador y limpieza general en supermercados y autoservicios volvió a mostrar una fuerte caída en junio y acumula una contracción superior al 7% en el primer semestre.
De acuerdo con dos informes a los que Infobae accedió en forma exclusiva, el consumo masivo empeoró el mes pasado, contra lo que se esperaba no sólo desde el Gobierno sino también desde las propias consultoras. Para la consultora Scentia, la caída en cadenas y autoservicios fue del 8,4% y acumula una contracción del 7,2%. Para Nielsen, en tanto, el escenario también fue muy negativo, con una baja sólo en grandes supermercados del 7,9%. ¿Qué se puede esperar para el cierre del año con un primer semestre tan negativo? Los especialistas prefieren ser cautos, pero ya advierten que en un escenario optimista la merma oscilará entre el 4 y 5%.
¿Cuál es la explicación? ¿Por qué no se perciben brotes verdes ni siquiera en el mes del cobro del medio aguinaldo y en un contexto en el que se cerró la mayoría de las paritarias? Los consumidores perdieron mucho poder adquisitivo el año pasado y todavía no logran recuperarlo. Y en este contexto, el aguinaldo es usado para pagar deudas más que para incrementar consumo, coinciden los analistas.
"Mientras que la curva de inflación siga siendo mayor a la de los salarios, el consumo va a seguir cayendo. Tienen que comenzar a unirse esas líneas para que la caída comience a desacelerar y hasta pueda crecer", afirmó el director de Scentia, Osvaldo del Río, quien remarcó que en junio del año pasado el consumo masivo había crecido 0,7%, pero a partir de julio comenzó a desplomarse, por lo que "debería esperarse que a partir del mes próximo comience a desacelerarse la caída dado que se estará comparando con bases muy bajas".
Para Facundo Aragón, director comercial de Nielsen, "se viene observando una desaceleración de la caída de consumo en general, pero que no se vio reflejada en junio en el canal de supermercados". Sobre el impacto del aguinaldo, "su impacto en el consumo masivo es bajo, ya que suele utilizarse para gastos puntuales o para saldar deudas previas".
La caída de 7,9% que esta consultora reflejó en el canal supermercados está atada a dos familias de productos, que impulsan esta tendencia. Las bebidas, especialmente traccionadas por la caída en el consumo de cerveza; y la categoría de leches y quesos. En ambos casos, señaló la consultora, el año pasado hubo acciones promocionales fuertes que no se dieron este año. Y en el caso de los quesos, la fuerte suba de precios también hizo que se viera reflejado en las menores ventas.
Para Scentia, la venta de alimentos, bebidas y artículos de tocador y limpieza cayó 5,3% en las grandes cadenas, cuando en mayo la merma interanual había sido del 1,8%, mientras que en los autoservicios la contracción fue del 11,3%, contra 10,9% del mes anterior. En ambos casos, la baja se profundizó. Una lectura que realizó Del Río es que los consumidores adelantaron el gasto del aguinaldo en mayo y en junio debieron pagar la deuda.
Fuente: Infobae