“Llegar al balotaje”, ese es el objetivo que persigue el gobierno de Maurico Macri tras la derrota electoral por 15 puntos en la PASO de hace una semana. Pasado el momento de negación del Presidente del lunes, desde el martes el Gobierno lanzó una serie de medidas en busca de lograr en octubre el pase a la segunda vuelta y la salida de Nicolás Dujovne y la llegada de Hernán Lacunza debe leerse en ese sentido.
Esta estrategia nacional devela además que el oficialismo ya dio por perdida la elección en Buenos Aires. “La derrota es irreversible”, coinciden fuentes de Nación y Provincia sobre el resultado de las PASO en el distrito bonaerense en donde Axel Kicillof por el Frente de Todos sumó 17 puntos más que María Eugenia Vidal que busca su reelección.
La sensación de irreversibilidad se vivió en el bunker de Juntos por el Cambio en Costa Salguero el domingo pasado cuando la gobernadora subió junto a Macri quien aceptó la derrota, pero ella no emitió palabra. Tampoco quiso subir al escenario cuando Elisa Carrió tomó el micrófono para decir estar segura que en octubre conseguirán el 51% de los votos.
María Eugenia Vidal, brindó una conferencia de prensa al día siguiente en donde mantuvo su semblante de derrota, reconoció que “faltó escuchar más” a los bonaerenses y pidió a la oposición seriedad ante un eventual cambio de Gobierno. También dijo que habría acciones para evitar el impacto de la devaluación en los bonaerenses pero se acoplaron a las medidas que lanzó Macri luego.
Fuentes de Gobierno aseguraron al este medio que ahora se pondrá toda la atención a la elección nacional para lograr que Mauricio Macri llegue en octubre a una segunda vuelta en donde confían podrán vencer a Alberto Fernández que la semana pasada sacó 15 puntos más que el Presidente.
El arribo de Hernaán Lacunza al Palacio de Hacienda también está en relacionada por priorizar la Nación y dar por perdida la batalla en Provincia en donde no hay balotaje y remontar 17 puntos parece inalcanzable. Incluso se supo que Vidal le sugirió al presidente Mauricio Macri la designación de Lacunza para reemplazar a Dujovne cuya salida era inminente.
En tanto, las medidas de esta semana como la modificación en Ganancias, el congelamiento del precio de los combustibles, los bonos a empleados del Estado y las fuerzas de seguridad, así como también los refuerzos a los planes sociales y la eliminación del IVA a alimentos básicos, buscan contener el impacto de la devaluación post derrota electoral pero también acercar a la clase media que –según el Gobierno- votó enojada por los efectos de la economía en sus bolsillos.
La suba del mínimo no imponible de Ganancias, el congelamiento de las cuotas de los créditos hipotecarios con UVA y el diferimiento de los intereses en los planes de pago de autos 0 km apuntan directamente a ese electorado.
Habrá que ver cómo sigue la próxima semana. El nuevo ministro Lacunza por lo pronto tendrá la difícil misión de controlar el dólar, moderar la tasa de interés y frenar el descenso de las reservas del Banco Central en un tramo decisivo y crucial del gobierno de Mauricio Macri.
Fuente: www.ambito.com