Tacones, pelucas y mucho brillo: el Drag es algo emblemático para la comunidad LGBTIQ+ al ser un medio de expresión e identidad. Pero, ¿qué hay atrás de esas performances caracterizadas por el glamour, la exaltación de rasgos femeninos y el empoderamiento que se extiende del escenario?
Leevon es una Drag Queen riojana, de las primeras en aparecer en la provincia, allá por el 2004. La artista comentó a Radio La Red que la cultura Drag nace en la época Victoriana, en los Teatros Isabelinos, donde quienes tenían permitido actuar y subirse al escenario eran los varones: “Cuando había que interpretar a mujeres, aparecen actores que se producían como mujeres para actuar, y se los denominaba DRAG, que viene de las siglas en ingles ‘vestido como mujer’”, explicó.
Con el paso del tiempo, el Drag va evolucionando y abriendo su camino. En el siglo XX comienzan a aparecer Drags en diferentes antros LGTB: “Se comienza a deformar y copiar la estética de lo femenino, a llevarlo a otro nivel de exageración de rasgos tanto en el maquillaje como en el peinado, vestuario y formas gestuales. Ahí se abre el abanico a la infinidad de estilos Drag que existen”, comentó Leevon.
El Drag en La Rioja: una performance, infinitas posibilidades
Leevon recuerda que, en la provincia, la cultura del Drag Queen tuvo un gran auge hace muchos años, en el 2006, época en la que aparece en escena: “Actualmente quedamos las de aquella época”, dijo, reconociendo que no es muy grande el número de artistas Drags.
“El drag permite hacer lo que quieras hacer y lo que puedas hacer. Cada drag tiene su talento particular”, definió la artista, enfatizando en que existen tantos estilos como Drags Queen en el mundo.
En el Drag no hay algo que limite a la artista, en este tipo de expresión “se complementan muchas ramas artistas”. Fuera del Drag, Leevon es performer, con formación en danza, teatro y música: “Depende lo que quiera hacer en el escenario, aparece alguno o todos”.
‘Quiero ser una Drag Queen’
Allá por en 2004, una pregunta curiosa se presentó en una típica charla de amigos adolescentes: “¿qué nombre tendríamos si nos produciríamos como una mujer?”, aún sin conocer lo que era el Drag Queen, sus amigos comenzaron a llamar al joven como Leevon, por Leevon Kennedy, una figura mediática que durante muchos años aseguró ser hija de Marilyn Monroe y John Fitzgerald Kennedy: “Antes de comenzar a hacer Drag, tenía mi nombre”.
Con el correr de los años, Leevon asistió a una Elección Drag Queen a nivel nacional que se hacía en La Rioja. La magia de las luces y el brillo de las artistas la deslumbró: “No podía creer lo que estaba viendo”, dijo. “Esa noche dije ‘Quiero ser Drag Queen’ y que mi camino artístico vaya por ese lado”.
De esa forma, y casi como un juego, Leevon comenzó su carrera artística en el mundo del Drag Queen, subiéndose por primera vez a un escenario: “Siempre fue como un juego para mí, cuando era niño le hacía shows de Thalía o Marta Sánchez a mis padres, y cuando lo hice de grande ante un público era algo parecido: Estar en mi mundo, conectar con la música, como estar dentro de una burbuja, sin importar lo que pasaba afuera”, recuerda.