Como un demonio que bajaba del mismísimo infierno para sacudir todo lo que estaba a su alrededor, Doja Cat impactó en el desfile de Alta Costura en París con un look completamente demoníaco para la gala primavera-verano 2023 de Schiaparelli. En su vestimenta habían más de 30.000 cristales, que se mimetizaron en cada parte de su cuerpo otorgándole una figura maligna pero inmutable.
Su vestido causó controversias: Algunos la adoraron y otros tantos la criticaron. Lo cierto es que, hasta el día de hoy, la prensa sigue hablando de su participación en el desfile de Schiaparelli, e instalando varios interrogantes sobre la mesa: ¿La belleza en la Alta Costura es sinónimo de delicadeza y sutileza?, ¿puede un atuendo con semejante vigor entrar en los cánones de la Alta Costura?, ¿la moda está mutando?
Si uno piensa en la Alta Costura, el refinamiento y la finura podrían ser palabras que se paseen por la mente. Sin embargo, ¿qué significa y qué características presenta este tipo de arte? La diseñadora riojana y asesora de imagen, Carla Bongiovani, dialogó con La Red y explicó que la particularidad de este tipo de arte es su proceso manual y artesanal: “Todo se hace a mano, y lo que se plantea en estos desfiles es que se vea la parte artística del diseñador”.
En la Alta Costura es donde el diseñador saca a relucir todo su arte y diseña libremente, y en ese sentido entran en juego este tipo de eventos, donde se plantea un concepto particular: “La Alta Costura te da esa tarjeta de expresión, es el momento para crear libremente”, sostuvo Bongiovani.
En este caso, la casa de moda italiana Schiaparelli– caracterizada como una de las marcas de lujo más creativas y exóticas del mundo de la moda- se atrevió a tirar la casa por la ventana en la Semana de la Alta Costura en París con una escandalosa temática: el infierno de Dante Alighieri en la “Divina Comedia”: “Históricamente su casa fue lo artístico de la moda. Elsa Schiaparelli era la antagonista de Chanel, que era todo lo práctico y elegante, mientras que Schiaparelli era artístico, alocado y raro”, explicó la profesional.
Es entonces cuando ingresa en escena Doja Cat, quien asistió al desfile representando la parte infernal de la obra, ensamblandose con la conjunción de un show intrépido y valiente que construyó la marca a través de prendas y vestidos: “Ella es parte del mismo show”, indicó la diseñadora.
Bongiovani describió al vestido de la rapera como algo caliente: “Representa la parte infernal. Es el fuego, la lujuria, pero también es brillante, y tiene una mezcla de muchísimos conceptos”.
El traje fue realizado en conjunto por un equipo de la casa: Daniel Roseberry, director creativo de Schiaparelli; Pat MacGrath, maquilladora estrella; y Guido, legendario peluquero y estilista. Lograr el infernal look de Doja Cat para el desfile fue una tarea que les tomó alrededor de cinco horas para cubrirla a mano con 30 mil cristales Swarovski en rojo carmesí.
“En el desfile también hay modelos que llevan vestidos con cabezas de animales, como leones y lobos. En la obra, estos animales representan la lujuria, la envidia y todo lo que encuentra Dante en el infierno”, narró, y además sostuvo que: “Hoy todos hablamos de Schiaparelli por el impacto que causó con ese desfile. Es parte también de lo que representa la casa”.
En este sentido, la diseñadora habló acerca de los cambios en la moda que van de la mano con los cambios sociales: “Con las redes sociales estamos hiperconectados, entonces vemos y tomamos elementos de otras culturas que nos ayudan a expresarnos y nos da el poder de liberarnos. Hay una liberación en la moda”.