El exvicegobernador, que tuvo el apoyo de Pro, triunfó con el 35,6% sobre el oficialista Marcos Koopmann, quien cosechó el 33,1% de los votos; “El resultado de esta elección demostró que la grieta hace mal, hace daño y es un mensaje a todo el país”, afirmó el gobernador electo
Después de 60 años de gobierno ininterrumpido del Movimiento Popular Neuquino (MPN), la provincia de Neuquén experimentó un cambio histórico en las elecciones de gobernador. Rolando Figueroa, exvicegobernador y dirigente disidente del MPN, apoyado por Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, resultó ganador con el 35,6% de los votos, venciendo al oficialista Marcos Koopmann, actual vicegobernador, quien obtuvo el 33,1% de los votos.
El resultado de la elección reflejó el cansancio de la ciudadanía ante un oficialismo que se presentaba como una realidad permanente en la provincia, que es considerada la locomotora que puede impulsar a Argentina con su riqueza en gas y petróleo, especialmente en el yacimiento de Vaca Muerta, uno de los más grandes del mundo en su tipo. Sin embargo, a pesar de este potencial económico, los indicadores sociales en Neuquén muestran que un 38% de los neuquinos se encuentran en situación de pobreza.
Rolando Figueroa, quien asumirá como gobernador el 10 de diciembre para un mandato de cuatro años, no es ajeno al MPN, ya que proviene del partido fundado en 1961 por los Sapag y fue vicegobernador hasta hace dos años, cuando rompió con la estructura y la derrotó en las elecciones legislativas de 2021. En estos comicios, Figueroa montó el frente Comunidad, con alianzas de alcance provincial y nacional, y logró el respaldo de Pro, el partido de Macri y Rodríguez Larreta.
El gobernador electo destacó que el resultado de la elección es un mensaje a todo el país y demuestra que la llamada «grieta» política hace mal y hace daño. Figueroa se une así a la lista de dirigentes que han logrado derrotar a fuerzas políticas tradicionales en distintas provincias de Argentina en los últimos años. El cambio de gobierno en Neuquén marca un hito en la historia política de la provincia y abre un nuevo capítulo en la gestión de Figueroa, quien asume con el desafío de enfrentar los desafíos económicos y sociales de la región, en medio de la riqueza y los desafíos de Vaca Muerta.
Fuente: La Nación