En la sesión de este miércoles, el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza N° 6273, que prohíbe la venta y uso de caños de escapes libres y ruidosos.
La iniciativa fue propuesta por el Concejal de Juntos por el Cambio Nicolás Sánchez, que presentó un proyecto de modificación de la ordenanza N° 5.871 para prohibir la venta y uso de caños de escapes libres y ruidosos.
El objetivo es desalentar la venta y colocación de escapes no reglamentarios, que generan un gran impacto ambiental acústico y daño en la sociedad, especialmente en personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) y animales.
En diálogo con La Red, el concejal explicó que la modificación a la ordenanza ya existente se presenta en tres aspectos claves:
-Ampliar la regulación: La antigua ordenanza solo corría a motocicletas. Esta ordenanza impacta en motocicletas, autos y vehículos de gran porte que hagan ruido molesto
-Cambiar la sanción ante el incumplimiento: Con la antigua ordenanza la sanción era económica, pagando la multa se libraba de la multa. Con la nueva ordenanza, el vehículo será retenido para decomisar el caño de escape y posteriormente destruirlo, previa orden del juez de faltas.
-Prohibición de la venta de caños de escape. “Los caños de escape están destinados a aquellas motos que corren, en lugares como el Autodromo u Óvalo de la Quebrada, no así para circular en la ciudad”, indicó el funcionario.
La idea del proyecto es: “Regular la situación en la circulación de la calle donde las personas transitan y regular los caños de escape que causan ruidos molestos y afectan a personas con sensibilidad auditiva, como son las personas con Trastornos del Espectro Autista”.
El funcionario explicó que la ordenanza es jurisdicción del Municipio, y el ente encargado de regular esta ordenanza es la Dirección de Tránsito del Municipio: “Hay certezas de que esta normativa se va a cumplir, estamos trabajando con la Secretaría de Servicios Públicos y Subsecretaría de Tránsito y Transporte en tener el equipamiento necesario para realizar estos controles”.
La ordenanza entrará en vigencia en 60 días una vez promulgada: “En ese plazo se coordinarán las tareas operativas y también realizar una campaña de concientización para no usar más el caño de escape con ruidos molestos”.