La Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género publicó el informe “¿Por qué las mujeres ganan menos? Las brechas de género en la economía argentina (2do trimestre de 2022)”, el tercero de una serie de publicaciones de regularidad trimestral, sobre el seguimiento de diversos indicadores económicos con perspectiva de género.
El documento presenta un panorama de la situación económica de las mujeres al 2do trimestre de 2022, incluyendo un set de indicadores de brechas (de tiempo y cuidados, laborales y de ingresos). En esta edición de la serie, además, se detallan en un apartado específico las características de las brechas salariales en la Argentina.
En este sentido, se informó que La brecha salarial alcanzó el 27,7%: las mujeres ocupadas debieron trabajar 8 días y 10 horas más que los varones ocupados para ganar lo mismo que ellos en un mes. Las políticas económicas con perspectiva de género contribuyen a reducir estas brechas y seguir construyendo un crecimiento con mayor igualdad.
En dicho período, la tasa de empleo de las mujeres alcanzó el 47,7%, 1,7 p.p. más que el trimestre anterior, ubicándose como la tasa más alta de la que se tenga registro estadístico. A su vez, la tasa de desocupación de las mujeres fue de 7,8%, 0,5 p.p. por debajo del trimestre anterior, ubicándose también entre los valores más bajos desde los comienzos de la serie.
La segregación horizontal en el mercado laboral contribuye a la brecha salarial de género. Las mujeres se insertan en ramas menos valoradas y dinámicas, lo que resulta en salarios más bajos. En el 2do trimestre de 2022, 2 de cada 5 mujeres se insertaron en ramas asociadas al cuidado. Además, la brecha salarial se profundizó en el caso de los Servicios Sociales y de Salud (31,6%), los Servicios Comunitarios (32,7%), el Comercio (36,0%), la Industria Manufacturera (30,1%) y las Actividades Primarias (34,6%). También las brechas de tiempo y cuidados llevan a que las mujeres tengan menos tiempo para el mercado laboral y por lo tanto accedan a trabajos de menor carga horaria y mayor flexibilidad, que suelen tener salarios más bajos y condiciones de contratación más precarias.
En este sentido, el informe recoge las orientaciones de las políticas implementadas desde el Gobierno nacional para reducir esta brecha, como son los incentivos para la reducción de la segregación vertical, a través de reducciones en contribuciones patronales para la incorporación de mujeres y personas trans en cargos jerárquicos y la obligación de incluir mujeres en los directorios de las empresas y otras asociaciones.
Asimismo, se enumeran las políticas orientadas a romper con la segregación horizontal, sumando a más mujeres a sectores estratégicos de la economía como la economía del conocimiento, el transporte y la construcción, entre otros. Además, se recogen las políticas orientadas a reducir las brechas de tiempo y cuidados, que tienen un efecto (aunque más indirecto) sobre la brecha salarial, dado que las mujeres encuentran obstáculos en sus trayectorias profesionales vinculados a la imposibilidad de compatibilizar su vida laboral con la intensa carga de cuidados que deben gestionar.
Puntos importantes del Informe:
El porcentaje de trabajo informal de mujeres asalariadas fue 39,3%, mientras que para los
varones fue del 36,6%. En junio de 2022, sólo 1 de cada 10 mujeres en edad jubilatoria (entre 55
y 59 años) contaban con más de 20 años de aportes.
- Las mujeres realizan el 70,2% de todas las tareas de cuidados no remuneradas, mientras que
los varones aportan solo el 29,8%. Así, las mujeres dedican, en promedio, 6:31 horas al Trabajo No
Remunerado (TNR), mientras que los varones sólo le dedican 3:40 horas.
- La brecha de ingreso total individual fue de 25,3%., 3 p.p. por debajo del trimestre anterior.
En el decil de menores ingresos, 3 de cada 5 personas eran mujeres, mientras que en el de mayores
ingresos, 3 de cada 5 eran varones.
- La brecha salarial alcanzó el 27,7%: las mujeres ocupadas debieron trabajar 8 días y 10 horas
más que los varones ocupados para ganar lo mismo que ellos en un mes.
- La brecha entre los y las asalariados/as informales fue del 34,5%.
- Según la calificación ocupacional, la brecha salarial entre varones y mujeres profesionales fue de
27,7%, mientras que entre trabajadoras y trabajadores no calificados, fue del 37,1%. Según la jerarquía
ocupacional, entre los jefes y las jefas la distancia fue del 15,0%, entre asalariados y asalariadas fue
del 23,8% y, entre cuentapropistas, del 26,7%.
- 4 de cada 10 mujeres se emplearon en actividades relacionadas con los cuidados (trabajo
doméstico, enseñanza, servicios sociales y de salud). Las ramas más feminizadas fueron: el Trabajo
en Casas Particulares (97,5% de mujeres), los Servicios Sociales y de Salud (72,3% de mujeres) y la
Enseñanza (71,5% de mujeres). En estas actividades, la brecha salarial fue de 25,8%, 31,6% y 9,0%
respectivamente.
- Las ramas más dinámicas de la economía son aquellas que emplean mayoritariamente varones.
En el 2do trimestre de 2022, las ramas de actividad más masculinizadas fueron la Industria Automotriz
(18,9% de mujeres), la Energía, Minería e Hidrocarburos (9,1% de mujeres), y la Construcción (3,2%
de mujeres).
- El ingreso promedio de un trabajador de Energía, Minería e Hidrocarburos, fue equivalente a
casi 5 veces el ingreso promedio de una Trabajadora de Casa Particular.
- Dentro de la rama del Comercio, las mujeres representaron el 42,0%. Esta fue la rama que más
mujeres empleó en este período y a la vez la que cuenta con mayor brecha salarial: las mujeres
ganaron un 36,0% menos que los varones.