Día de la Soltería: la antítesis del San Valentín
Un día antes del tan esperado San Valentín celebramos el Día de la Soltería, y aprovechamos la fecha para preguntarnos: hoy, ¿las personas elegimos ser solteras?
Durante muchos años la sociedad, los medios de comunicación y la narrativa instalaron una idealización del amor romántico como única alternativa posible para la felicidad de las personas. Frases como “te vas a quedar para vestir santos” ejercían una presión social cuando la persona comenzaba a adentrarse en la madurez y aún continuaba soltera.
Las historias que veíamos en la tele solían adornarse con parejas que luchaban contra viento y marea para lograr estar juntas y terminar “felices para siempre”. Hoy, en el día de la soltería, nos preguntamos: ¿cambiaron estos paradigmas?, o ¿las personas seguimos apostando por el amor romántico?
Para reflexionar sobre estas preguntas, Radio La Red dialogó con el sociólogo y docente riojano Sergio Vergne, quien dijo que “en cierta época estaba la idea de que la realización humana se hallaba en conseguir la felicidad, y esa felicidad la encontrábamos en la estabilidad de un vínculo como podía ser el matrimonio”. Sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio de época, esas ideas parecen quebrarse, hasta parecernos ideas anticuadas.
“No puedo amar, ¿no puedo amar? ¿O sólo no amo como aman los demás? ¿Cómo hay que amar?, ¿hay que amar?”, se preguntó en una de sus canciones el rapero argentino Wos, abriendo un abanico de nuevas posibilidades y cuestionamientos que traen consigo las nuevas generaciones. La pauta normativa que era el matrimonio o las uniones estables ya no predominan tanto como antes: “hoy podemos ver que hay cambios en la forma en que las personas deciden llevar adelante su vida afectiva. No denominaría el término deconstrucción, pero sí hay una variedad de formas de vivir la afectividad que no pasan únicamente por lo que tradicionalmente se denominaba el matrimonio o el formar pareja”, reflexiona Vergne.
La soltería como término antagónico al matrimonio, al romance se diluye, y se ve como un posible camino que pueden tomar las personas en sus vidas. La soledad elegida se empieza a abrazar y disfrutar, ya no vemos como algo extraño a aquellos que decidieron no casarse o formar lo que tradicionalmente se conoce como familia.
Los compromisos pueden romperse
Otra de las ideas presentes en la actualidad es que los vínculos pueden romperse. Día a día vemos miles de parejas que terminan. Algunas salen en las noticias “fulanito de tal rompió con fulanita de tal”, otras las vemos en nuestra cotidianeidad, en nuestros amigos o conocidos.
Algunas personas temen al compromiso justamente por eso: por el posible y cercano fin de una relación. Ya lo adelantó Zygmunt Bauman en su obra “Amor Liquido”, donde plantea que las relaciones románticas ya no son estables, son frágiles, se diluyen, pueden romperse.
“Lo que parecía permanente en vínculos o que iban a durar para siempre, hoy vemos que no se piensa eso. Lo normal es pensar que una relación dura lo que tiene que durar”, dijo el sociólogo, invitándonos a pensar en la estacionalidad de las relaciones: “Hay una percepción social de pensar que con la otra persona uno está hasta que se sienta bien y cuando eso se acaba hay posibilidad de romper ese vínculo”.
Celebramos el día de la Soltería abrazando estas nuevas posibilidades que nos dan los cambios, animándonos a vincularnos de distintas formas con las personas, pero también disfrutando de lo hermoso de la soledad.