Colaboradora: Valentina Urus
Alejo Villareal es un joven riojano que viene pisando fuerte en el mundillo del rap desde los once años. La rompió en competencias y recorrió el país en busca de nuevas rimas; hoy imparte clases de rap en el espacio artístico de Metropolitano.
Si pensamos en el rap, pensamos en la revolución; en la creatividad y expresión aflorando su lado más metodológico para sacar chispas desde nuestro interior. Pensamos en las juventudes reunidas y combatientes. Así fue como surgió este género en los barrios bajos de Estados Unidos a mediados de los años 70 para extenderse por todo el mundo y encontrando un gran regocijo en Latinoamérica. Enmarcado por el hip hop y tomando como principal foco de atención las palabras que sus portadores quisiesen expresar: el rap se valió del habla, la rima, la métrica y el Flow que acompaña, al igual que los antiguos payadores.
“Hay autores de la calle que llegan a todas partes, convertimos la esquina en una galería de arte”, entonó el rapero argentino Wos en “Sangría”, una canción colaborativa realizada con Trueno.Es así que jóvenes riojanos convirtieron las calles de la ciudad céntrica en un Museo de Bellas Artes a través de sus rimas y enunciados. Alejo Villareal (Nait Alleph), es un joven rapero que cuya vocación por la música se remonta a sus fértiles 11 años, cuando se animó a tomar el campo de batalla del rap en las competencias callejeras que daban lugar en el ex Parque Sarmiento. Fue allí cuando Alejo atestiguó toda la movida del rap en La Rioja: creciendo junto al espíritu rapero que se iba gestando en los jóvenes. Pasaron competencias, viajes alrededor del país y múltiples batallas de Freestyle, y en un abrir y cerrar de ojos, Alejo fue reconocido por su gran talento y vocación musical. Actualmente se encuentra en la peatonal del centro riojano donde rapea a la gorra; lleva un parlante y deja su mochila en el piso para dedicarse de lleno a interactuar con la gente a través de sus rimas. En cuanto a su labor en lo musical, ya tiene publicada dos canciones: “Insultar en cursiva” y su gran temon acompañado de su respectivo videoclip “Pintor del viento”, junto a colegas como Tracck y Nekron.
Un arte que se transmite
En “Pintor del viento” el cantautor exclamó una de las frases más significativas con respecto al rap y al arte: “me prohibieron volar y me volví el pintor del viento”. En este correlato es que podemos encontrar nuevos pinceles y lienzos que se forjan a través de un arte mayor que guía; es así como la labor de Alejo empieza a ser también la de la enseñanza.
Metropolitano es un espacio que surgió hace apenas unos meses, en donde se planea gestar todos los tipos de artes urbanos. En las danzas podemos encontrar ritmos como el hip hop, danza contemporánea, Street dance y twerking, entre otros. En cuanto a la música como tal, podemos encontrar espacios para el rap que es donde enseña Alejo, creando por primera vez en La Rioja, un espacio para aprender todos los elementos básicos (y complejos) de este arte: arriesgándose al desafío de enseñar un arte que siempre se lo consideró más solitario para encontrar como función principal el compartir las rimas con los otros.
“Lo que intento hacer es enseñar las herramientas que conozco para hacer la praxis del rap. Enseñar todo lo que sé para que ellos puedan formar sus propios caminos”, dijo el cantante en diálogo con La Red. Su enseñanza se basa en el absoluto autoconocimiento, para que el alumnado pueda sacarse los conceptos preestablecidos de lo que es el rap y asi buscar definiciones propias que estén más ligadas a ellos mismos y sus propias personalidades. “No se puede aprender el rap como esencia ya que esto se adquiere con la misma experiencia rapera”, es el lema de Alejo. Las clases están acompañadas de los conceptos teóricos básicos que todo rapero debe tener en su diccionario. Cómo aprender y ejecutar una rima; cómo seguir una base; cómo desarrollar un habla rítmica o incluso cómo se adapta la voz y la manera de recitar a la hora de acompañar un ritmo. La escritura resulta una de las herramientas didácticas del rapero para poder analizar las estructuras y las rimas: “La prioridad de las clases son las cosas que ellos quieran expresar, lo que tengan adentro y quieran sacar a flote”, comentó Alejo. “Me gusta ayudarlos a conocerse y liberarse artísticamente. Afrontar las vergüenzas de expresarse y rapear como tuve en algún momento”, confesó el joven.
Las clases están acompañadas de los conceptos teóricos básicos que todo rapero debe tener en su diccionario. Cómo aprender y ejecutar una rima; cómo seguir una base; cómo desarrollar un habla rítmica o incluso cómo se adapta la voz y la manera de recitar a la hora de acompañar un ritmo.
Además, se brinda herramientas de respiración para que los chicos no pierdan el aire a la hora de rapear: ejercicios de postura, respiración y escucha son los ejes centrales de esta unidad, para que los chicos puedan salir unos verdaderos expertos a la hora de ejecutar sus expresiones. Las clases se irán complejizando, y tanto los jóvenes aprendices como el mismo maestro estarán descubriendo nuevas formas y herramientas para rapear: “Intento orientarlos desde el lado de la creación más que la expresión”, expresó el cantante. Las clases en Metropolitano resultan una verdadera experiencia innovadora para los jóvenes aprendices, un lugar no solo para instruirse en el mundillo del rap y soñar con algo más, sino también de compartir y expresarse. Niños, jóvenes y adultos de todos los géneros son bienvenidos por Alejo para experimentar todo este arte de creación y exploración