Escribe: Valentina Urus
Barbie se convirtió en el estreno más taquillero dirigido por una mujer, superando a Wonder Woman en 2017 y con el estreno argentino más vendido desde Toy Story 4, cortando 268.390 tickets en las salas de nuestro país.
La película Barbie, dirigida por Greta Gerwig, fue mucho más que un simple estreno cinematográfico, convirtiéndose en un evento social que generó un impacto profundo en mujeres y hombres. De Barbie ya no hay retorno, y es una caricia a las infancias de todas las personas que crecimos jugando con ella y sus miles de personalidades.
La Red dialogó con Karu Cinefila, creadora de contenido sobre Cine y Televisión, para reflexionar sobre la controversia de la película y el papel que esta icónica muñeca tuvo en la sociedad a lo largo de los años.
Barbie ha sido un fenómeno cultural que trascendió generaciones y fronteras. Desde sus inicios, la muñeca surgió para cubrir la necesidad de niñas y adolescentes con soñar con algo muchísimo más que ser madres o esposas. A partir de su creación por parte de Ruth Handler, cofundadora de Mattel, la muñeca impulsó e inspiró a las jóvenes a construir su propio camino profesional, mostrando un nuevo ícono femenino en donde se presenta a una mujer bella, fuerte, profesional e independiente.
Barbie presidenta, Barbie astronauta, Barbie médica son algunas de las posibilidades que podía ocupar la muñeca en el terreno de la invención de las niñas, preparándolas para enfrentarse a terrenos más reales en su futura adultez.
Tomando como consigna estas cuestiones, es que Greta Gerwig volvió a recuperar a la muñeca desde los rincones de la nostalgia para convertirla en la protagonista de su nueva película, lo que trajo mucha curiosidad entre el público ya que la directora es conocida por su capacidad para explorar la complejidad de la feminidad y romper con los estereotipos de género en sus proyectos cinematográficos.
Su enfoque fue clave para darle a Barbie una profundidad emocional y una narrativa enriquecida, alejándola de la superficial que la caracterizó: “Considero a Barbie como una película feminista. Su directora es una mujer muy segura del mensaje que quiere dar, desde Lady Bird a Mujercitas”, dijo Karu.
Rosa por todas partes: el ritual para ver Barbie
Karu, al igual que cientos de personas más se sumó a la oleada rosa, reivindicando en outfits y looks rosados la esencia femenina de la muñeca: “Fue muy lindo pensar que tenía que vestirme de rosa, planear el atuendo, amigarme con el rosado y lo “femenino”, dijo la experta.
Teniendo en cuenta la trayectoria de la directora con sus mensajes tan reales y contundentes para hombres y mujeres; las memorias de nuestra infancia y el excelente marketing detrás con la oleada rosa; y un espectacular elenco conformado por Margot Robbie, Ryan Gosling, Will Ferrell, Emma Mackey y Dua Lipa, fue que la película logró convertirse en un gran éxito en cuestión de días.
Barbie se convirtió en el estreno más taquillero dirigido por una mujer, superando a Wonder Woman en 2017 y con el estreno argentino más vendido desde Toy Story 4, cortando 268.390 tickets en las salas de nuestro país.
La nostalgia como eje articulador del relato de Barbie significó para muchas personas abrazar esa infancia perdida: mujeres que desde edad muy temprana tuvieron que madurar pudieron volver al brillo de la niñez; varones que nunca pudieron jugar con la muñeca hoy vuelven a esos recuerdos para amigarse con la infancia: la compartida y la recordada.
“Salís pensando en tu infancia, reflexionando lo que vos viviste con Barbie, siempre y cuando vayas con ganas de cambiar y hacer un clic” reflexionó Karu y agregó: “logró sanar completamente con la infancia: empezás la película viendo a Barbie de una manera y después cambia rotundamente, haciendo una reflexión de lo que vos sos y de lo que podés ser”.
La película, apela por primera vez a una Barbie real, trae a la mesa cuestiones del mundo femenino y sus consecuencias en un sistema patriarcal. No obstante, sería un error catalogar que la película es solamente para las mujeres, ya que los hombres y disidencias también se ven afectados por la normatividad y los roles de género establecidos. “Es acá donde se demuestra que el machismo sigue vigente, el cine es cine. Las mujeres vimos millones de películas que se podrían asociar a lo masculino e igual las disfrutamos y las amamos”, opinó la crítica.
“Para mí el mensaje más lindo fue que nos deja la película es derribar el estereotipo que nos dejó la muñeca o las publicidades en donde nos exigimos mucho como mujeres. Siempre pendientes del que dirán para empezar a pensar en lo que realmente queremos” concluyó la creadora de contenido.