El ministro Sergio Massa anunció que a partir del 1 de octubre el nuevo piso del Impuesto a las Ganancias subirá hasta $1.770.000 mensuales, lo que reducirá su impacto en los sueldos y las jubilaciones, todo con ajustes semestrales.
En diálogo con La Red, el contador y docente universitario Raúl Aparicio explicó que el Impuesto a las Ganancias es “un impuesto que tributa la renta que se obtiene por realizar algún tipo de actividad”.
Este impuesto está dividido en cuatro categorías: “Lo importante es la cuarta categoría, que alcanza a los trabajadores en relación de dependencia. El debate estaba en si el salario que uno cobra es ganancia o no, claramente el salario que se cobra es una remuneración, no una ganancia, pero estaba alcanzado por el impuesto a la ganancia, se descontaba un importe bastante alto, con lo cual es un impuesto bastante alto que se venía pagando”, indicó.
Además, el Impuesto a las Ganancias es coparticipable, es decir que lo recaudado de este impuesto se volcaba a las provincias en el porcentaje que a cada una le correspondía.
La medida de Massa que fija el mínimo no imponible de $1.700.000 dejará afuera a casi todas las personas que perciben un salario en relación de dependencia: “El ministro explicó que habrían 80 mil personas en todo el país que seguirán tributando el impuesto a la ganancias, como gerentes de grandes empresas o jubilaciones de privilegio”.
Finalmente, analizó que esta medida podría traer una mayor inflación ya que las personas tendrán mayor dinero, y cuando se tiene más dinero se gasta y eso podría traer mayor inflación, “pero es bastante subjetivo”.