Zoraida Rodríguez secretaria de Gestión Educativa participó de un taller de ESI destinado a los equipos de supervisión de todos los niveles y modalidades. Durante su disertación brindó detalles del propósito de este encuentro y aseguró que: “No podemos ser promotores de derechos sino estamos convencidos de la necesidad de la ESI en la escuela”.
La jornada estuvo dirigida a equipos de supervisión de todos los niveles de la provincia, y el propósito es fortalecer la ESI y el rol de los supervisores y las supervisoras en la implementación de la Educación Sexual Integral en las escuelas.
Es preciso destacar que los equipos de supervisión son imprescindibles para el desarrollo e institucionalización de la Educación Integral en los diferentes niveles de enseñanza. La ESI aborda nuevos problemas pedagógicos y su implementación constituye un derecho que habilita otros derechos.
En defensa de la Educación Sexual Integral en las escuelas, Rodríguez puntualizó que “la escuela no puede ser promotora de derechos sino estamos convencidos de la necesidad de hablar de ESI en las escuelas, de transitar sus contenidos. Valoro todo el trabajo que realizó la gestión de ESI en el territorio, pero creo que falta aún más, que falta llegar más al interior”.
“Nos falta llegar al nivel secundario, al nivel superior y sabemos que es complicado tratar ciertos temas y es ahí donde está el trabajo de la escuela con las familias. Es necesario que nosotros como escuela podamos llegar a las familias”, agregó.
Asimismo, destacó que “hacen falta estos conversatorios y encuentros para que vamos tomando más conciencia de la importancia que es la ESI en la escuela como política de Estado”.
A 17 años de la sanción de la Ley N° 26.150 de Educación Sexual Integral, el Ministerio de Educación de la provincia de La Rioja continúa desplegando acciones y políticas educativas que permitan fortalecer y asegurar la ESI en las escuelas con el objetivo de avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.
La ESI Contribuye a garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes a la información, a una vida sin violencias por motivos de género, a la posibilidad de vivir libremente la orientación sexual y la identidad de género, y a contar con personas adultas que acompañen su crecimiento, promuevan y protejan sus derechos.