Sergio Massa es un prócer que asume el papel de protector y salvador; Javier Milei es el domador de leones más corajudo de todos y Juan Schiaretti subiendo un video a sus redes sociales para agradecer los memes que poblaron las redes sociales luego del Debate Presidencial. La Inteligencia Artificial y los memes se convirtieron en la espada y el escudo de una guerra tecnológica en una de las campañas electorales más tensas de los últimos tiempos.
La militancia digital se encuentra a la vanguardia detrás de las pantallas, expandiendo su creatividad para crear memes, imágenes, stickers y hasta jingles que navegan de dispositivo en dispositivo para calar en lo profundo de la ciudadanía electoral. La Red La Rioja dialogó con Danilo Tonti, licenciado en Comunicación Social, para analizar la cultura de la Inteligencia Artificial y su implicancia en las campañas electorales.
“Siempre utilizamos los recursos y tecnologías disponibles para comunicarnos y difundir nuestras ideas políticas; y estos nuevos dispositivos de producción de sentidos como la IA no escapan de esa lógica”, reflexionó el experto, invitando a preguntarnos qué traen de nuevo estas tecnologías y formas de comunicarnos.
En este sentido, el profesional indicó que una de las características a la hora de pensar la IA y los memes es “el ingenio y la creatividad”. “Hay una apropiación por parte de las campañas que tiene que ver con el ingenio y la posibilidad de subvertir ciertos sentidos”, explicó Tonti.
Hoy, la actualidad tecnológica acompañada de la creatividad humana inundan las redes sociales de producciones cada vez más ingeniosas a la hora de militar cibernéticamente: Una IA que modifica la voz de Milei para realizar canciones de Tan Biónica junto a Chano, Imágenes de Massa creadas con computadoras que terminan embanderando los principales centros de juntas militantes, o los buenos memes que explotaron luego de cada debate presidencial, porque si algo quedó y caló profundamente además de alguna propuesta que los candidatos pudieran haber arrojado, fueron los memes.
El meme y su impacto en la esfera política
En cuanto a los memes, el profesional los definió como “dispositivos de comunicación que tienen tantos usos y sentidos como usuarios los comparten y producen”. Para hablar del meme en el uso de la comunicación política, hay que analizar diferentes cuestiones:
En primer lugar, el comunicador reflexionó acerca de la sobreabundancia de información que existe en la actualidad, que nos atraviesa de forma incluso involuntaria: “vamos por la calle, prendemos la tele o agarramos el celular y tenemos un bombardeo de información. Eso provoca aturdimiento, es imposible procesar todo lo que está disponible y termina en un rechazo y alejamiento del consumo informativo. Eso hace que redunde en una cultura cada vez más visual y una imagen logra captar la atención y el sentido mucho más que una producción textual”.
“En el marco de internet, la falta de atención y las lecturas dispersas y en un ecosistema mediático y digital donde las producciones son cada vez más efímeras y cortas, el meme tiene mucha penetración cultural”, agregó el profesional. En este sentido, al unir estas dimensiones culturales con otras dimensiones políticas, como por ejemplo lo que el comunicador llama “el agotamiento de las formas de representación” y un “descreimiento cada vez más grande de la ciudadanía en relación a la política”, aparecen alternativas.
De esa forma, señaló que aparece el meme como “un dispositivo profundamente visual que tiene un sentido muy fácil de captar y que se caracteriza por ofrecer una cuota de ironía o sarcasmo frente al objeto que expone, y además genera identificación con los usuarios”.
“El uso político del meme tiene que ver con capturar un rasgo cultural común y tratar de dotarlo de sentido que vaya acorde a mí visión del mundo”, indicó el experto, y señaló que “el problema no es el meme como uso político, el problema es cuando el tenor de las conversaciones que sostenemos como ciudadanía está dentro de los límites que ofrece el meme, que son profundamente simplistas, estereotipados y superficiales”. “Cuando la conversación política gira en torno al meme hay un problema y es inevitable que el meme entre en la política, lo que debe garantizar la política es que el meme no sea las bases y condiciones que regulen sus conversaciones”, advirtió.
Por otro lado, el profesional aseguró que otro dispositivo a la hora de pensar los memes y la política es la recepción y la circulación: “El centro de la discusión debe estar en la condición en que está la política y los políticos que son cada vez más un meme en sí mismo, pero una cosa es el meme y otra cosa es el sentido que le damos. Una situación que se convierte en un meme no necesariamente perjudica a un político. Los memes pueden ser una forma de entrar, desde el humor, a la gente. Uno puede hacer sobre la figura de un político memes que denoten desde el punto de vista político o que pueden dañar su figura, pero en realidad lo están instalando, que creo que es lo que pasó con Milei. Creo que tiene que ver con la circulación y la recepción, y el sentido que va construyendo y resignificando”.