Si bien la flamante ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ya está en la zona del desastre, se limitó a decir que el contingente de gendarmes que integraban los 43 uniformados fallecidos en el accidente de Rosario de la Frontera se dirigían a Jujuy "para reforzar la seguridad por decisiones que está por tomar Gerardo Morales, que tienen que ser respetadas", LA NACION pudo cuáles eran las órdenes que debían cumplir una vez en Jujuy.
Calificadas fuentes confirmaron que el grupo de unos 150 efectivos de la fuerza de seguridad federal tenían como misión apostarse en aquella provincia en prevención de posibles reacciones y desmanes que podrían producirse cuando el nuevo mandatario jujeño disponga el cese de funciones de empleados públicos vinculados con la Tupac Amaru, la agrupación que dirige Milagro Sala.