Tras las precipitaciones que se registraron entre el fin de semana pasado y el miércoles, los especialistas del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar confirmaron que “se comenzó a transitar el fenómeno climático El Niño”, por lo que se espera “un trimestre con lluvias entre normales a superiores a las normales y temperaturas medias más cálidas para el NEA y la Región Pampeana”.
Durante los próximos dos meses podrían darse lluvias entre normales a superiores a los registros históricos sobre el norte y centro del área agrícola, lo que impactará de manera positiva en la campaña gruesa de granos, como consecuencia del fortalecimiento del fenómeno climático de El Niño en la región.
Tras las precipitaciones que se registraron entre el fin de semana pasado y el miércoles, los especialistas del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar confirmaron que “se comenzó a transitar el fenómeno climático El Niño”, por lo que se espera “un trimestre con lluvias entre normales a superiores a las normales y temperaturas medias más cálidas para el NEA y la Región Pampeana”.
El director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, Pablo Mercuri, dijo que “las lluvias ocurridas los últimos días y las que se esperan para las próximas semanas son una señal de cambio de la situación de escasez hídrica con la que convivió el sector las últimas casi 4 campañas agrícolas”.
En la misma línea, la investigadora del INTA, Natalia Gattinoni, planteó que para el NEA y el centro, norte y este de la región Pampeana “se espera una mayor probabilidad de transitar un trimestre con lluvias entre normales a superiores a las normales acompañadas de temperaturas medias más cálidas”.
“Noviembre y diciembre podrían ser meses clave para la ocurrencia de precipitaciones, si bien para algunas decisiones agrícolas ya estarían demoradas, puede ser un aporte para otras”, completó Gattinoni.
En este sentido, Mercuri acotó que “la ocurrencia de eventos con más frecuencia y la cobertura regional de las mismas durante la primavera son el inicio de una trayectoria más optimista en el comportamiento de las lluvias” y que, ante ello, “se esperaría que durante la campaña continúe el abastecimiento de agua para los cultivos de fina y para la continuidad de la siembra de cultivos de soja y maíz de ciclo largo”.
De hecho, las precipitaciones que se dieron al principio de la semana en la región central, con acumulados promedios de entre 30 y 40 milímetros (mm), con picos que superaron los 100 mm, fueron claves no solo para detener el deterioro del trigo, sino también para impulsar la siembra de maíz y de soja, que comenzará la próxima semana en la zona núcleo.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “con este aguacero, durante la semana comenzará el desfile de sembradoras de soja” en la región que comprende el norte bonaerense y el centro-sur de Santa Fe y Córdoba.
En su informe semanal, la entidad bursátil remarcó que “este año hay intenciones de recuperar unas 300.000 hectáreas (para la soja), que el año pasado quedaron afuera de los planes de siembra por la falta de humedad”.
Además, se sumarían 200.000 hectáreas que no pudieron sembrarse con maíz temprano en este año por la falta de lluvias, cuestión por la cual se espera que en total se implanten unas 5,1 millones de hectáreas, que de concretarse elevaría el área destinada a la oleaginosa un 11% respecto al año pasado.
Cabe mencionar que a nivel nacional, la entidad bursátil rosarina proyectó un área de 17,4 millones de hectáreas y una producción de 50 millones de toneladas, cifras que podrían ser revisadas en su próxima estimación mensual.
Fuente: Télam