La final del Mundial de Talla Baja entre Argentina y Paraguay, que se disputaba este viernes por la noche en el Microestadio Malvinas Argentinas de Argentinos Juniors, fue suspendida a los 16 minutos del primer tiempo, cuando los jugadores visitantes se retiraron a los vestuarios por un supuesto mal desempeño arbitral.
Al momento de la interrupción, el equipo albiceleste se imponía por 3-1, con tres tantos marcados a través de sendos tiros penales.
El director técnico del combinado paraguayo había sido expulsado y, a falta de cuatro minutos para que finalice el primer tiempo, bajó de la tribuna, atravesó la cancha y le realizó gestos a sus jugadores para que se vayan. Los argentinos intentaron que no se retiren, pero no hubo caso. Se dirigieron hacia donde estaban los hinchas guaraníes, saludaron y se fueron.
Al salir del campo de juego, fueron felicitados y abrazados por la delegación brasileña. Se sumaron también los jugadores bolivianos y colombianos que estaban en la misma tribuna, mientras los argentinos miraban atónitos, sin lograr comprender.
Varias horas después y en medio de una fuerte incertidumbre, la coordinadora del Mundial, Silvia Rojas, contó que se intentó “por todos los medios” que el partido continuara y reveló que incluso “se les ofreció cambiar el equipo arbitral y hasta volver a empezar 0 a 0”, pero el conjunto visitante rechazó todas las opciones.