Escribe: Valentina Urus
En el día internacional de la Mujer, la provincia de La Rioja se sumó las marchas que se realizaron a lo largo y ancho de la Argentina en defensa de los derechos de mujeres y disidencias. Fue una marcha multitudinaria que tuvo como partícipes distintas organizaciones sociales, gremiales y políticas, como así también, a familiares de mujeres víctimas de femicidios.
El Día Internacional de la Mujer es una fecha que conmemora la movilización de mujeres con el fin de igualar condiciones civiles, laborales, económicas, sociales y políticas. Esta fecha fue proclamada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 1975, en tanto que en igual Asamblea del año 1977 dispuso la celebración del Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
La marcha del 8M tuvo masividad. En el caso de la Capital riojana, la plaza principal 25 de mayo fue una vez el punto de encuentro para la movilización. Esta acción realizada en Capital tuvo su correlato en los distintos departamentos de la provincia, donde las mujeres se movilizaron y demostraron su adhesión a la causa. Arauco, Famatina, Chilecito, Ulapes, Chamical tuvieron sus manifestaciones, sumándose a la marea nacional que colmó las plazas, pueblos y ciudades de Argentina.
Unas de las consignas principales de la marcha, aparte del pedido de justicia por todos los casos de femicidio que siguen conmoviendo a nuestro país, es el pedido de resistencia al gobierno de ultraderecha de Javier Milei, que desde el día uno se encuentra reacio a las causas feministas y a mantener los derechos conquistados por las mujeres argentinas las cuales respondieron con un “a la motosierra, resistencia”.
Cómo nos enseña Simone de Beauvoir: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. Es por eso que las mujeres y diversidades de toda la provincia se reunieron en las calles para luchar contra las nuevas políticas nacionales que atentan contra los derechos adquiridos al nombre de “ni un paso atrás”.
Irónicamente, el Gobierno nacional el día de ayer anunció que cambiarían el nombre y el formato del Salón de las Mujeres en la Casa Rosada y así pasó a llamarse Salón de los Próceres por decisión de la secretaría General de Presidencia, Karina Milei. La idea es borrar el nombre de las grandes mujeres de nuestra patria para reivindicar (como si no fueran reivindicados) a los próceres varones.
Cecilia Grierson: primera médica y enfermera argentina, Mariquita Sánchez de Thompson: patriota argentina, Juana Azurduy: militar, Victoria Ocampo: escritora, Aimé Paine: cantante mapuche, Tita Merello: actriz y cantante y hasta la propia Evita Perón fueron borradas simbólicamente del salón presidencial para poner una vez más a varones.
En respuesta a esta medida y muchas otras más, las mujeres respondieron con “queremos derechos, no flores”, “hubo mareas, seremos tsunamis”. La doctora Eva Barrionuevo habló específicamente sobre la importancia de la jornada reivindicando el valor de la ley IVE: “Nos reunimos una vez más como cada 8 de Marzo para recordar a las que no están y pisamos las calles para demostrar que no vamos a dar un paso atrás con todos los derechos conquistados. Abortar es un derecho: las mujeres riojanas abortamos y las seguiremos acompañando en el hospital y en los centros primarios”.
Sin duda fue una tarde de lucha y protesta contra momentos políticos y sociales muy duros para las mujeres y también para el resto del país. Las mujeres necesitaban reunirse en las calles como cada 8M para recordar que todavía se puede buscar la justicia, la igualdad y el respeto pese a la crisis que estamos viviendo y en pos de eso se vio una marcha de alrededor de siete cuadras que inundó las calles principales del centro. Con alegría e ingenio, las mujeres marcharon, cantaron, rieron y levantaron sus carteles al cielo que rezaban “Vivas nos queremos”, “Queremos derechos, no flores”, “Hubo mareas, seremos tsunamis”, “Sino tenemos paz, el gobierno tampoco”, “Nadie es libre hasta que todos y todas seamos libres”.