
La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) publicó un informe que aborda la situación del sector correspondiente al mes de febrero 2024 y arrojó datos sumamente preocupantes: el consumo de carne descendió 9,3% en febrero en términos interanuales, con una caída en el kilaje consumido en que pasó de 49,2 kilos por habitante a los 44,6 kilos per cápita.
La estrepitosa caída se explica principalmente por la disminuida capacidad de compra en grandes segmentos poblacionales del país, así como una alza de precios que no aparenta no tener fin. Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en febrero la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) fue del 13,2%, con una acumulado del 36% en lo que va del 2024, con una suma interanual del 276,2%.
«Al igual que en enero, y sin tener en cuenta las subas de los precios de los productos estacionales, ‘carnes y derivados’ mostró la menor alza mensual, producto de un aumento de 9,1% mensual del precio promedio de los cortes vacunos y de 11,3% del precio del pollo», informaron desde la cámara.
«En los últimos doce meses el promedio de los precios de los alimentos se cuadruplicó, donde ‘carnes y derivados’ subió apenas por debajo, acumulando un alza de 288,0%. Ahora bien, los principales cortes vacunos mostraron un aumento promedio de 273,2% anual. Por su parte, el precio de la caja de hamburguesas aumentó 298,3% anual. Y el valor del pollo se incrementó 333,2% en doce meses», detallaron desde Ciccra.
A pesar de este proceso inflacionario, desde la entidad afirmaron que «los precios del mercado interno no tendrán la presión del mercado exportador» y por lo tanto, «creemos que no aumentarán por encima de la inflación», debido a un «achicamiento del diferencial entre el valor del tipo de cambio oficial y el libre».
En un apartado referido al Gobierno, desde CICCRA, afirmaron «creer y esperar» que el Poder Ejecutivo «no modificará el tipo de cambio», ya que «esa modificación generaría, automáticamente, fuertes aumentos en el precio de los animales, tanto de exportación como de consumo interno, incidiendo de manera directa en el índice de inflación».
«Al mismo tiempo, si esta situación se sostiene en el tiempo, la no licuación de pasivos por inflación de muchas empresas pondrá al sector en una crisis semejante a la ocurrida en el comienzo de la convertibilidad, haciendo que para muchas empresas el negocio de la exportación sea inviable», alertaron desde el sector.