El 10 y 11 de abril, la Universidad Nacional de La Rioja (UNLAR) se verá afectada por un paro, con la suspensión de toda actividad académica y áulica. Esta medida de fuerza es respaldada por la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA). La docente universitaria y Secretaria General de SIDIUNLaR, Gabriela Aguirre, brindó detalles sobre las razones detrás de estas acciones en una entrevista con Radio La Red.
“A través de la convocatoria que ha hecho la federación en el plano sindical, profundizamos un plan de lucha”, explicó Aguirre. “Nos hemos declarado en emergencia académica y de nuestra labor docente por el impacto preocupante que existe en la universidad”.
Según Aguirre, la gestión universitaria no está respondiendo adecuadamente a las demandas de los docentes y estudiantes, lo que llevó a la adopción de medidas de fuerza. “No nos escuchan a los docentes, no nos escuchan a los estudiantes y por tanto, no están dando cuenta de una gestión ordenada, de austeridad. La no priorización de la academia nos llevó a tomar estas medidas de fuerza”, afirmó.
Aguirre destacó que las condiciones laborales de los docentes se han visto deterioradas, con contrataciones discrecionales, pagos en negro y deudas salariales pendientes: “nos están dejando en caída libre para gestionar por nuestras propias posibilidades. Así pasó en la pandemia. Las designaciones a dedo, las contrataciones discrecionales, los pagos en negro, ignorar la deuda salarial con los docentes deterioran permanentemente nuestras condiciones de trabajo y por supuesto, a todo el ecosistema de la Universidad”, dijo.