Teherán lanzó una ofensiva con aviones no tripulados y proyectiles de crucero contra territorio israelí, donde se activó la Cúpula de Hierro; fuerte apoyo de EE.UU. a Netanyahu, quien conversó con el presidente Joe Biden.
Irán lanzó ayer un masivo ataque con drones y misiles contra Israel en la cumbre de una escalada que coronó meses de tensiones entre los dos poderosos enemigos y con riesgos de convertirse en una conflagración en toda la región, que generó la alerta global.
Dos milicias aliadas de Irán, el Hezbollah libanés y los hutíes de Yemen, lanzaron otros ataques aéreos contra Israel en simultáneo con los iraníes. Los dos grupos habían aumentado sus operaciones en la zona desde el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza que puso a todo Medio Oriente al rojo vivo.
El Ejército de Israel dijo que se habían disparado más de 300 drones a su territorio, lo que llevó a activar la Cúpula de Hierro, de los que el 99% fueron interceptados. Según se informó, Irán lanzó 170 drones, más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos, según el contralmirante Daniel Hagari, que valoró la respuesta israelí como “un éxito estratégico muy significativo”. Varios misiles balísticos alcanzaron territorio israelí y causaron daños menores en una base aérea.
“Estamos vigilando de cerca los drones asesinos enviados por Irán y que van camino de Israel. Se trata de una escalada grave y peligrosa”, dijo el vocero del Ejército al informar a la población sobre el ataque en un discurso televisivo. Agregó que Israel trabajaba “estrechamente” con Estados Unidos y sus aliados en la región para repeler el ataque.
Horas después las sirenas comenzaron a sonar en el país y se oyeron fuertes explosiones distantes de lo que los medios de comunicación calificaron de interceptaciones aéreas de aviones no tripulados explosivos. Estados Unidos confirmó al mismo tiempo que sus fuerzas en la región habían derribado drones.
En una de las primeras evaluaciones del bombardeo, un medio oficial de Teherán dijo que se asestaron “fuertes golpes” a una base aérea en el desierto del Néguev. El ataque de ayer representa la primera ofensiva militar directa de Irán contra Israel, su archienemigo, cuya extrema rivalidad se remonta a la Revolución Islámica de 1979.
El portavoz del ejército israelí también precisó que la gran mayoría de los drones y misiles fueron interceptados. Sumó, no obstante, que un puñado de misiles lograron impactar en Israel. De acuerdo con rescatistas, un ataque hirió gravemente a una niña de 10 años en un poblado árabe beduino en el sur del territorio israelí. Hagari dijo que otro misil impactó en la base militar de Néguev, lo que derivó en daños leves pero sin heridos.
Israel e Irán enfilaban hacia un choque durante los seis meses de guerra de Israel en Gaza, que se desató después la incursión armada de milicianos jihadistas en el sur de Israel del 7 de febrero, que dejó 1200 muertos y provocó la toma de 240 rehenes. La ofensiva israelí que le siguió sobre el enclave palestino causó una devastación generalizada y ya dejó más de 33.000 muertos.
La televisión estatal iraní fue la primera en revelar el estallido de la tensión acumulada, al anunciar ayer a la población del país que los Guardianes de la Revolución habían lanzado un ataque “en respuesta a los numerosos crímenes cometidos por el régimen sionista”.
La operación iraní, llamada “Promesa honesta”, fue “lanzada con la aprobación del Consejo Superior de Seguridad Nacional y bajo la supervisión del Estado Mayor general de las Fuerzas Armadas”, según el anuncio, y precisó que los detalles se pondrían pronto “en conocimiento del heroico pueblo de Irán y de los combatientes de la libertad de todo el mundo”.