La crisis hídrica continúa profundizándose en la provincia de La Rioja, generando preocupación por el marcado descenso en los niveles de agua en los diques. La Red dialogó con Rubén Martínez, director del área de Cuencas Hídricas de la Secretaría de Agua, para obtener más detalles sobre esta situación.
“Venimos experimentando una sequía desde el año 2022, con un acumulado insuficiente de agua en nuestros reservorios durante estos años. Este verano, no hemos recibido el ingreso de agua esperado, lo que llevó a que nuestros diques se encuentren en niveles mínimos de capacidad”, explicó Martínez.
Los diques más afectados por esta situación son los ubicados en la región de los Llanos, incluyendo el Dique del Aguadita, el Dique de Olta, el Dique del Cisco y el Dique de Anzulón. Ante esta crisis, se están realizando reparaciones en válvulas y canales para reducir pérdidas y se ha restringido el agua destinada al riego agrícola.
Aunque la reserva actual de agua alcanza para cubrir la demanda hasta enero de 2025, no hay garantía de que las lluvias esperadas para este verano puedan recuperar los niveles necesarios: “si bien la reserva de agua alcanza y cubre la demanda hasta enero del año 2025, no tenemos la seguridad de que las lluvias de este verano puedan recuperar el nivel. Estamos trabajando para ver cómo podemos hacer uso específico para consumo humano y animal”.
En respuesta a esta situación, se están llevando a cabo tareas de reordenamiento en la distribución del agua en diversas localidades, como Chepes, Milagro, Olta y Chamical. Martínez destacó que, a pesar de los altos costos de estas inversiones, el Ministerio “está haciendo un esfuerzo para completar estas reparaciones y acueductos antes de diciembre”.
En cuanto al Dique de Los Sauces, Martínez explicó que, si bien también ha sido afectado por la crisis hídrica de los últimos dos años, se cerró la compuerta desde 2019, lo que evitó la extracción directa de agua. Sin embargo, la falta de precipitaciones llevó a una notable disminución en los niveles de agua, fenómeno que se atribuye al cambio climático y la sequía en nuestra región provocada por el Fenómeno del Niño.