Escribe: Valentina Urus
La serie basada en las terribles experiencias del escoces, Richard Gadd, está arrasando en las tendencias de Netflix y una de las series más vistas de lo que va del año. En La Red repasaremos un poco del trasfondo que hay detrás del éxito.
El autor de “Bebé Reno”, Gadd, es un talentoso guionista y comediante reconocido por su capacidad para explorar temas complejos con una mezcla única de humor y profundidad emocional. Antes de su incursión en la televisión, Gadd ganó reconocimiento en el mundo del stand-up comedy y la escritura teatral. De hecho, su situación traumática ya conocida por la serie de Netflix también fue abordada años atrás en obras teatrales con el mismo nombre.
La trama sigue a Donny Dunn, un comediante con varios problemas para alcanzar el éxito, interpretado por Gadd, quien se encuentra con Martha, una peligrosa acosadora en serie. Su encuentro ocurre en el bar donde Donny trabaja, cuando él le ofrece una taza de té gratis como así también un oído que la escucha. A partir de ese momento, el personaje de Martha interpretará y transformará esa realidad, como el inicio de una relación romántica con el comediante, a partir de lo que se conoce como síndrome de erotomanía. Esta obsesión se extiende a lo largo de varios años, durante los cuales le envía más de 41,000 correos electrónicos, 744 tweets, 100 cartas y 350 horas de mensajes de voz.
Pero lo que más revuelo generó entre los espectadores no es simplemente el desarrollo de dicha obsesión por parte de Martha, sino también la empatía y hasta incluso el cariño que el personaje de Gadd desarrolla con su acosadora. ¿Cómo puede ser posible esto? ¿Acaso el joven víctima buscó todas las vivencias desagradables que vivió? ¿La serie romantiza a los acosadores? Estas y muchas preguntas son las que inundan entre el público, y las redes sociales se llenaron de especialistas de psicología o criminología que analizan el perfil psicológico de ambos personajes.
La realidad, es que la serie invita a una historia en donde no existen buenos o malos, culpables o inocentes, sino que todos cargamos con diferentes pesos y traumas, y muchas veces las situaciones de acoso pueden acarrear un sinfín de complejidades en cada caso en particular. El mismo Gadd compartió un dilema de “empatía tóxica” hacia ella, presentándola no como una villana, sino como alguien “perdido por el sistema”. Esta mirada compasiva hacia quien le infligió tanto sufrimiento destaca la complejidad moral y emocional en el núcleo de “Bebé Reno”.
La serie no solo explora el acoso sino también las complejidades de temas tales como identidad, el trauma y la resiliencia. Este enfoque emocionalmente honesto resonó con los espectadores, llevando a Gadd a reflexionar sobre la increíble respuesta que recibió el programa. Describe a Bebé Reno como una ventana a las “oscuras dificultades y las idiosincrasias de la vida”,
Detrás de la trama ficticia de “Bebé Reno”, se encuentran cuestiones psicológicas fascinantes. El comportamiento obsesivo de Martha y la respuesta de Dunn ante la situación ilustran dinámicas complejas de poder, control y la búsqueda de conexión humana. La serie invita a reflexionar sobre cómo la obsesión puede distorsionar la percepción de la realidad y llevar a comportamientos extremos. También invita a la reflexión de lo que puede acarrear poseer baja autoestima, al punto permitir situaciones de abuso con tal de recibir un mínimo de afecto y aceptación.
Otra cuestión realmente significativa que nos trae la serie es la representación de un hombre como víctima de acoso. La serie desafía esta narrativa al poner en primer plano la historia de un hombre que sufre acoso y obsesión por parte de una mujer o incluso por parte de otro hombre, lo que puede provocar una gran vergüenza y culpa en la víctima en vez de empatía y comprensión.
En síntesis, Bebé Reno se erige como una obra provocativa que desafía las percepciones tradicionales sobre el acoso, la victimización y la empatía. A través de una narrativa intensa y actuaciones conmovedoras, la serie ofrece una exploración multifacética de temas oscuros y complejos, obteniendo reconocimiento crítico y generando una profunda conexión con el público. Su éxito no solo resalta la destreza de Gadd como creador y actor, sino también el interés del público por historias que enfrentan las realidades difíciles con sinceridad y profundidad.