En la primera jornada del juicio oral por el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, Fernando Sabag Montiel, principal acusado, confesó su deseo de matar a la dirigente del peronismo y en su estrategia judicial insistió que fue una motivación personal “sin el accionar de terceros”.
“Yo la quería matar y ella (por su novia Brenda) la quería ver muerta. Pero yo nunca le planteé o le ordené a que lo haga, ni le di el arma diciéndole ‘hacelo vos’. Ella quería ser una espectadora del momento más que una partícipe”, resaltó Sabag Montiel.
“Es corrupta. Roba. Hace daño a la sociedad y demas cuestiones que ya son sabidas. Creo que es un acto de justicia y no fue un acto en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación mas profunda, mas ética, y mas comprometida con el bien social que otra cosa”, dijo Sabag cuando le preguntaron por qué.
Sobre el momento del atentado, el acusado contó que le apuntó a la cara y que estaba a 30 centímetros del rostro de la entonces vicepresidenta. “Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. La distancia fue prudencial para tener un marco de poder llegar. Estaba a 30 centímetros”, relató ante el Tribunal Oral Federal 6 de Comodoro Py. “Solo era yo el que portaba el arma en el bolsillo de reverso de la campera. Una parte estaba en un bolsillo y el cargador lo tenía en otro. Brenda no tenía armas”, recordó.
Sabag Montiel, Uliarte y Nicolás Carrizo son los tres acusados del intento de homicidio de Cristina Kirchner que comenzaron a ser juzgados hoy por el delito de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego
Un dato llamativo sobre la actitud del principal acusado es que durante la primera audiencia ante el Tribunal Oral Federal 6, Sabag Montiel sostuvo un cartel escrito de puño y letra que decía: “Me tienen secuestrado”.