El 27 de junio fue declarado como el Día Internacional de las Personas Sordociegas, en la “Declaración de las necesidades Básicas de las Personas Sordociegas”, firmada en Estocolmo, Suecia, en el año 1989.
En esta declaración se hizo en homenaje al natalicio de Helen Keller (1880-1968), escritora y activista política norteamericana, quien con su participación social construyó una experiencia ejemplar de integración de una persona sordociega en la sociedad de su época. Su compromiso estuvo dedicado a la divulgación de la existencia de la sordoceguera y al reconocimiento de las implicancias de orden personal, familiar e institucional que conlleva.
La sordoceguera combina impedimentos visuales y auditivos. Pero no es solo la suma de dos discapacidades, sino que plantea escenarios complejos y particulares.
El principal objetivo de esta conmemoración, es difundir a nivel mundial y a través de todos los medios posibles, la existencia de personas con sordoceguera a fin de crear conciencia sobre la necesidad de implementar estrategias que faciliten su integración.
En la Argentina no existen estadísticas sobre cuántas personas tienen sordoceguera. Según el informe ejecutivo de noviembre de 2023 emitido por el Registro Nacional de Discapacidad el 20,2 % de las personas con certificado único (unas 335.767 personas) tienen dos o más discapacidades, pero el informe no aclara cuáles.
¿Cómo se comunican las personas con sordoceguera?
La comunicación de las personas con sordoceguera, se ve estrechamente comprometida debido a ambas discapacidades, pero para ello fue creado el sistema dactilológico o la dactilología, un sistema de comunicación que funciona utilizando los dedos de las manos para transmitir información.
Este sistema se compone de un alfabeto dactilológico, basado en la lengua de señas, pero con la diferencia de que los sordos la utilizan en el aire, de modo que sea una versión más visual, mientras que las personas con sordoceguera requieren del apoyo táctil. En algunos casos pueden usar la versión visual dependiendo del grado de ceguera que presenten.
¿Cómo actuar frente a una persona sordociega?
A continuación te compartimos los tips indicados por la Fundación ONCE, para la atención de personas con sordoceguera:
- Lo primero que debemos hacer siempre es darle a conocer nuestra presencia tocándole suavemente en el hombro o en el brazo. Si está concentrado en la realización de alguna tarea, esperaremos hasta que pueda atendernos. Si conserva algo de resto visual, trataremos de colocarnos dentro de su campo de visión.
- El siguiente paso será identificarnos, decirle quiénes somos, deletreando nuestro nombre y por el cual nos conoce. Aunque nos conozca, debemos comunicarle quiénes somos para evitarle confusiones.
- Si utiliza un audífono porque puede entendernos a través de él, nos dirigiremos a él de manera clara y directa, siempre vocalizando bien. En estos casos conviene evitar los lugares ruidosos para desarrollar una conversación con él.
- Si lo que conserva es algo de resto visual, trataremos de no salirnos de los límites de su campo de visión. Quizá pueda entendernos a través de la labiolectura o utilizando otros recursos, como la Lengua de Señas. Si no conocemos otro método, dirijámonos a él escribiendo en un papel blanco con letras grandes, frases sencillas y, a ser posible, en tinta negra para que el contraste sea mayor. Un lugar bien iluminado hará más eficaz la comunicación.
- Elijamos el sistema más adecuado. Nuestro interlocutor nos indicará cuál es el que prefiere o el que conoce mejor. Aprendamos el dactilológico, es fácil para nosotros y muchas personas con sordoceguera lo conocen y pueden comunicarse aunque sea de manera elemental a través de él.
- Puede que al principio nos encontremos con ciertas dificultades en el desarrollo del proceso comunicativo. Es necesario que ambos tengamos paciencia. La eficacia en la comunicación aumentará con la práctica, según nos vayamos familiarizando con el sistema elegido.
- No debemos olvidar nunca despedirnos. Si tenemos que ausentarnos un momento, se lo diremos y le dejaremos mientras tanto en un lugar cómodo y seguro.
- Al caminar con él, la forma correcta de llevarle es dejar que agarre nuestro brazo; por lo general, lo hará por encima del codo. Así podrá seguir mejor nuestros movimientos. Nunca debemos intentar llevarle delante de nosotros. Le transmitiremos los signos convenidos para indicarle que hay que subir o bajar escaleras, cruzar una puerta o una calle, etcétera.
- Mientras vayamos con él, es conveniente ir contando dónde nos encontramos y qué sucede a nuestro alrededor. Si vemos algo que nos parece interesante y que puede tocar, no debemos dudar en mostrárselo.
- Por último, recordemos siempre que al comunicarnos con una persona con sordoceguera, lo único que estamos haciendo es hablar con ella. Olvidemos prejuicios y miradas ajenas.