“Nos vienen decepcionando una y otra vez desde hace 30 años. Pedimos a este gobierno que la causa AMIA sea de una buena vez una verdadera cuestión de Estado. Que vayan a fondo dándole prioridad a la corrección de todas estas falencias, que promuevan las investigaciones sobre la conexión local, los encubrimientos, para que se esclarezca completamente de una vez el atentado y se pueda juzgar a los responsables”, dijo el presidente de la Asociación, Amos Linetzky, tras valorar la decisión del Gobierno nacional de declarar a Hamas como organización terrorista. En primera fila, escuchaban el presidente Javier Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel, la secretaria general de la Presidencia Karina Milei y los funcionarios del Gabinete Nacional.
Frente al edificio ubicado en Pasteur al 600, Linetzky también le reclamó al Poder Legislativo que actualice la legislación para acelerar la investigación: “Haber sufrido dos atentados no fue suficiente parece para que nuestros legisladores entiendan que al terrorismo no se lo puede prevenir, investigar y juzgar con las mismas herramientas con que se lo hace con un delito común. ¿Cuántas décadas más tienen que pasar?”. “¡Hagan su trabajo!”, exigió.
El presidente Javier Milei participó este jueves del acto en homenaje a las 85 víctimas fatales del atentado a la AMIA que tuvo lugar hace 30 años y lo hizo junto a una parte importante de su Gabinete y rodeado de seguridad.
En el marco de los 30 años del atentado a la AMIA, el papa Francisco compartió un mensaje en el que resaltó la importancia de que se proteja la memoria de lo sucedido en aquel momento debido a que “nos impulsa a tener presentes” a las 85 víctimas del ataque.
“Al conmemorar el 30º aniversario del atentado a la AMIA, lo hacemos en un espíritu de recuerdo y reflexión. La memoria de aquellos que murieron en esa tragedia oscura sigue viva en nuestras oraciones y en nuestro compromiso continuo con la justicia”, afirmó en el comienzo de su escrito.
Además, señaló que “para rendir homenaje, ante la tragedia elegimos el silencio”, y que “a veces el silencio puede expresar un dolor indecible ante la desgracia y, en este día, nos unimos en un silencio que es tanto duelo como esperanza”. “La memoria puede ser nuestra guía. Nos enseña que recordar no es solo mirar hacia atrás, sino también proyectarnos en esperanza hacia un futuro donde actos tan repudiables de violencia no se repitan. La memoria nos impulsa a tener presentes a los 85 hermanos de aquel 18 de julio de 1994”, agregó.