De cara a las elecciones del próximo domingo en Venezuela, tanto el presidente Nicolás Maduro, que buscará su tercer mandato consecutivo, como Edmundo González Urrutia, con el apoyo de la líder opositora inhabilitada María Corina Machado, cerraron sus respectivas campañas. En este marco, las calles de Caracas fueron desbordadas, con expectativa por los comicios, que generan preocupación en toda la región.
“¡Otra vez en las calles, de punta a punta!”, celebró el mandatario ante una multitud que colmó la emblemática Avenida Bolívar. “¡Pueblo en la calle diciendo: victoria, victoria popular!“.
Durante su discurso, Maduro destacó: “Hemos constituido una nueva mayoría política, social, cultural, que se va a expresar con una contundente mayoría electoral, no solo hemos unido al chavismo, estamos unidos todos y todas sin una sola fisura, un solo bloque de fuerza”. Más temprano, en un acto en Maracaibo, capital del estado petrolero Zulia, prometió un triunfo empuñando un sable del prócer venezolano Simón Bolívar.
“Se decide el futuro de Venezuela para los próximos 50 años. Paz o guerra, guarimba o tranquilidad, derecha extrema o chavista, fascismo o democracia popular, capitalismo salvaje. Tenemos la batalla definitiva. Habrá patria o seremos colonia. Piensen bien por su familia, por su emprendimiento, por su empresa, por su trabajo”, enfatizó el presidente.
La oposición, optimista, auguró una “Venezuela libre”
Desde la vereda opuesta, González Urrutia y Machado cerraron la campaña en el comercial barrio Las Mercedes, cuya avenida principal quedó repleta. “¡Sí se puede, sí se puede!”, gritaba la gente al paso del camión tarima desde el que saludaban ambos.
“¡Viva Venezuela libre!”, gritó Machado ante la multitud mientras le alzaba la mano derecha a González. “¡Estamos listos para votar y ganar!”, añadió.
Maduro acusa a la oposición de planear desconocer los resultados para poner en marcha actos de violencia. Dijo además que la Fuerza Armada, que asegura que le es leal, podría alzarse contra un eventual gobierno opositor.
En el acto del mandatario, uno de sus seguidores llevaba una remera que decía: “Yo elijo a Nicolás”. “Esto es un sentimiento que nos corre por las venas”, dijo. Sin embargo, hubo fuertes denuncias de coerción contra empleados públicos para asistir a estas movilizaciones. Algunos seguidores oficialistas admitieron a la agencia AFP que asistieron “obligados”.
Preocupación en la región por la legitimidad de las elecciones en Venezuela
La elección se realizará en medio de cuestionamientos de los presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Gabriel Boric, a recientes comentarios de Maduro sobre la posibilidad de un “baño de sangre” en caso de perder la elección.
Por su parte, Estados Unidos advirtió que la “represión política” y “la violencia es inaceptable”. Además, John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional, dijo que espera que las votaciones “reflejen la voluntad y las aspiraciones del pueblo”.
Washington junto a la Unión Europea y algunos países de América Latina desconocieron la reelección de Maduro en 2018, tras denuncias de fraude de la oposición.
“Aunque las elecciones en Venezuela difícilmente serán libres o justas, los venezolanos tienen la mejor oportunidad en más de una década de elegir a su propio gobierno. La comunidad internacional debería respaldarlos”, expresó Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch.
*Fuente: Ámbito Financiero