Daniel Zárate, padre de un joven de 20 años, denunció, en La Red, que su hijo fue víctima de apremios ilegales por parte de personal de la Comisaría Segunda. Según el relato de Zárate, los hechos ocurrieron el pasado jueves por la noche, alrededor de las 21:00 horas, cuando su hijo regresaba al taller donde trabaja desde hace cinco años. Consecuencia del acciones, los policías habrían sido desafectados y hoy el padre concurriría a la Fiscalía para hacer la denuncia.
El joven, se encontraba ajustando la cadena de su motocicleta cerca de un taller mecánico, donde trabajaba, ubicado sobre calle Arturo Marasso. En ese momento, fue abordado por efectivos policiales. “Mi hijo trabaja en ese taller. Es como una segunda familia para él. Nunca ha tenido problemas con nadie”, explicó Zárate en dialogo con La Red.
Según el relato de Zárate, un policía motorizado llega al taller y, sin mediar explicaciones, lo tomó del cuello, lo arrojó al suelo y comenzó a golpearlo brutalmente. “Llegaron y lo agarraron del cuello, lo tiraron al piso y lo empezaron a pegar. Mi hijo no entendía qué estaba pasando y les decía: ‘¿Por qué me tratan así? Yo no soy ningún delincuente'”, relató Zárate. “Todos los negros como vos son chorros”, le habría contestado el policía.
Pese a los intentos de los presentes en el taller por intervenir, los oficiales continuaron con la agresión. “Toda la gente del taller está consternada por lo que pasó. Lo conocen, saben quién es mi hijo. Incluso la mamá del dueño salió y les dijo a los policías que lo dejaran, que él no era ningún delincuente”, recordó Zárate.
El padre del joven denunció que su hijo fue golpeado repetidamente, incluso con la culata de una escopeta. “Le pegaron con la culata en la cara, justo donde hace poco tuvo un accidente en moto y tiene una fisura en el tabique. Si ese cobarde que lo maltrató de esa forma hubiera apretado el gatillo, hoy estaríamos hablando de otra cosa”, afirmó con indignación.
Después de la golpiza, el joven fue trasladado a la comisaría y luego al hospital, donde los policías intentaron impedir que el médico registrara las lesiones, atribuyendo los golpes a una supuesta caída de la moto. “Mi hijo me contó que el médico le preguntó cómo se había hecho esos golpes, y los policías dijeron que se había caído de la moto. No lo dejaron hablar, le decían que se había golpeado con el manubrio, pero mi hijo insistió en que le habían pegado”, explicó Zárate.
El joven fue llevado rápidamente a la Alcaidía, donde, según Zárate, los policías continuaron con las amenazas. “Le decían que tuviera mucho cuidado con lo que iba a decir después. Lo intimidaron todo el tiempo”, afirmó.
Zárate también señaló que, según su abogado, los policías involucrados ya habrían sido desafectados por órdenes del jefe de la Comisaría Segunda, aunque esta información aún no ha sido confirmada. “Dicen que los policías ya fueron desafectados, pero no me consta. Mi abogado está siguiendo el caso de cerca, y vamos a ir hasta las últimas consecuencias. No quiero que otro buen chico, hijo de cualquier vecino, pase por lo mismo que pasó mi hijo”, sostuvo Zárate. La familia del joven presentará una denuncia formal en Fiscalía.