El Concejo Deliberante de la Capital rechazó la incorporación de Javier Ruiz al cuerpo de concejales durante la sesión celebrada este miércoles. En el dictamen de mayoría, se mocionó su rechazo por inhabilidad moral debido a las denuncias por violencia de género e incumplimiento de litis que pesan en su contra.
En este sentido Radio La Red dialogó con Gabriela, su denunciante, quien describió a este hecho como “un antes y un después”. “Quienes quieran ser candidatos ya no podrán pasar por encima de las víctimas”, aseguró.
“Ayer temblaba como una hoja. Hoy con más tranquilidad veo que por un lado se hizo justicia al menos en el Concejo Deliberante”, dijo. Siguiendo en esta misma línea, recordó que sus reclamos en el ámbito judicial riojano datan desde 2013, pero aún no obtuvo justicia. En total Javier Ruiz tiene 9 denuncias, pero a pesar de ello la Justicia Electoral permitió su habilitación como candidato.
El reclamo de Gabriela es claro: “Si la Justicia me hubiera escuchado desde 2013, no me hubiera pasado lo que pasó, que incluso tuve que llegar a operarme la pierna producto de los golpes que recibí”. Por todo esto, desmintió que el libertario haya sido absuelto.
Incumplimiento de litis
Además de la grave denuncia por violencia de género, Ruiz está denunciado por no pasarle la cuota alimentaria correspondiente a su hijo.
“La señora jueza sacó una resolución en abril, se me notificó en mayo. Pedimos pronto despacho y embargo de sueldo porque no hacía aporte de litis. Finalmente se aprobó un 20% provisorio, pero lamentablemente él, mintiendo en la presentación, alegó que solo tiene ingreso fijo como sacristán de la iglesia Catedral y bajó la cuota al 10%”, comentó la denunciante. Lo llamativo aquí es que semanas atrás el mismo Ruiz reconoció en una entrevista televisiva que es comerciante y tiene a su cargo dos negocios. “Está pasando menos de lo que se dijo en la resolución. Está incumpliendo con la resolución de la jueza”, manifestó.
Pese a las reiteradas denuncias, Ruiz continúa formando parte de la iglesia, donde a Gabriela le cerraron las puertas. ” Es penoso decir que la iglesia. A mí me dio la espalda, y muchos de sus integrantes a mí me dijeron cosas de lo peor, a pesar de que sabían lo que estaba pasando”, reconoció.
Por último también se mostró consternada por la postura tomada por el concejal Nazareno Rippa, quien tiempo atrás fue su abogado defensor y ayer votó a favor de la incorporación de Ruiz al cuerpo. En este sentido, dijo: “Teníamos una relación muy estrecha, nos criamos juntos, yo lo acompañé en su candidatura y ayer me desilusionó que vote a favor de mi agresor, porque él conoce mi lucha, conoce todo lo que viví”.
“Anhelo realmente que termine la causa civil como corresponde, que deje de hacer presentaciones para no cumplir con lo que se le demanda. Quiero que me deje vivir en paz“, pidió Gabriela para concluir, y adelantó que continuará luchando para que muchas más víctimas se animen a denunciar y que “la Justicia se mueva en tiempo y forma”.