Con el avance de la tecnología, se ha registrado un incremento en las estafas cibernéticas a través de plataformas como WhatsApp, Facebook, Instagram y otras redes sociales. Este fenómeno, que comenzó a hacerse más visible desde la pandemia, sigue en aumento y representa un desafío constante para los especialistas en ciberseguridad. En este sentido, Silvina Santangelo Carrizo, titular de la Unidad Ejecutora contra Ciberdelincuencia (UECI) del Gobierno de la Provincia de La Rioja, expresó que hay que estar en alerta para evitar ser víctima de estas situaciones
“Este tipo de hechos, como el hackeo de cuentas de WhatsApp y redes sociales, ha crecido notablemente en los últimos tiempos. La verdad es que los accesos indebidos a cuentas digitales no son nuevos; se han intensificado desde la pandemia y continúan en aumento. Sin embargo, no es algo que deba sorprendernos”, explicó Santangelo Carrizo en dialogo con La Red. “Siempre que surge una nueva modalidad de estafa, los especialistas tratamos de que la ciudadanía comprenda que estos casos, así como otros nuevos que irán apareciendo a medida que las tecnologías se actualicen”, sostuvo la funcionaria.
Una de las modalidades recientes más preocupantes es la estafa mediante videollamadas en WhatsApp. Según detalló Santangelo Carrizo, “los cibercriminales convencen a las víctimas de compartir la pantalla durante una videollamada, usando excusas como problemas para ver bien a la persona o la necesidad de mostrar un documento importante. Durante esta videollamada, el criminal solicita el código de verificación de WhatsApp de la víctima, que llega por mensaje de texto, y, al compartir pantalla, el atacante obtiene el código y lo utiliza para instalar la cuenta en otro dispositivo”.
Además de esta modalidad, Santangelo Carrizo afirmó que las tácticas tradicionales de estafa siguen vigentes, como las promesas de premios falsos, beneficios inexistentes o la validación de identidad para supuestas transacciones bancarias. “Los cibercriminales suelen poner a las víctimas en situaciones de urgencia, ofreciéndoles un premio o infundiéndoles temor para que entreguen datos sensibles como códigos de seguridad, contraseñas o incluso información bancaria”, agregó.
Un factor que agrava esta situación es la difusión de estafas a través de contenido publicitario en redes sociales, usando logos y nombres de entidades oficiales. “Los cibercriminales han llegado al punto de publicitar suplantaciones de identidad utilizando las redes sociales, lo cual es alarmante, ya que aún no está tipificado completamente en nuestro código penal como un delito. Esto resulta en una demanda urgente de actualización en la legislación”, señaló Santangelo Carrizo.
Un problema que afecta a todas las edades
La titular de la UECI remarcó que las estafas cibernéticas no discriminan y pueden afectar a cualquier persona, sin importar su edad o nivel de experiencia tecnológica. “El problema está en que no estamos enfocados en reconocer y asumir los riesgos de las tecnologías al realizar nuestras actividades cotidianas”, mencionó. “Cada grupo etario sufre diferentes tipos de ciberataques. Por ejemplo, los niños pueden ser víctimas de grooming o ciberacoso, mientras que los adultos mayores son blanco frecuente de estafas financieras debido a su menor familiaridad con las tecnologías”, dijo la funcionaria.
Santangelo Carrizo también reveló que muchas estafas se deben a la entrega voluntaria de datos personales. “La mayoría de las estafas ocurren porque entregamos nuestros datos: usuarios, contraseñas, códigos de seguridad, e incluso documentación personal. Esto permite a los cibercriminales abrir cuentas digitales o suplantar nuestra identidad para realizar transacciones fraudulentas”, expresó.
“Debemos estar más atentos a las amenazas en el ciberespacio. Las estafas y los ciberataques son peligros más reales y tangibles que muchos crímenes en las calles”, concluyó Santangelo Carrizo.