En el marco del Día del y la Maestra, la pedagoga y docente Marisa Díaz destacó la relevancia de esta celebración no solo para los maestros/as, sino también para la sociedad en su conjunto. Según Díaz, es fundamental que “se le dé una presencia en los medios y en lo que uno puede transmitir y aprender”. Para la docente, “las palabras de los maestros dejan una huella profunda en nuestra existencia”, y esto es algo que debemos celebrar y valorar.
En dialogo con La Red, Díaz también reflexionó sobre los desafíos actuales de la docencia, en particular sobre el papel de la escuela, que ha llegado a ser “un lugar que concentra muchísimas demandas de la sociedad”. En este sentido, explicó que la escuela se encuentra en un momento de “tironeo” entre su mandato histórico de generar condiciones de integración social y las nuevas demandas y problemáticas que enfrenta. “La escuela argentina tiene una historia muy fuerte en la creación de condiciones de igualdad”, señaló, pero añadió que es necesario “conciliar este mandato con las demandas contemporáneas y las nuevas configuraciones del trabajo y la educación”.
Uno de los aspectos más complejos que mencionó Díaz es la crítica constante hacia la eficiencia de la escuela y los contenidos que enseña. Según la pedagoga, el desafío está en poder revisar el contrato pedagógico y adaptarse a los tiempos actuales sin perder de vista el valor intrínseco de la enseñanza. “Los chicos hoy buscan otras fuentes de información, pero la escuela sigue siendo la única especializada en brindar saberes relevantes”, aclaró. “No toda información es un contenido valioso, y es la escuela la que debe hacer esa diferenciación”, expresó.
En cuanto al rol de la escuela pública, Díaz destacó que es fundamental seguir defendiéndola, aunque reconoció que “la impugnación hacia la escuela pública se ha vuelto fuerte”. Según su experiencia, ha sido testigo de cómo, por un lado, “pareciera que nos importa la escuela pública y la defendemos, pero, por otro lado, se generan sospechas sobre su efectividad y necesidad”. Esta contradicción, según Díaz, es uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la educación pública hoy en día.
Finalmente, Díaz instó a repensar la educación en su conjunto, no solo desde dentro de las escuelas, sino también desde el exterior, incluyendo a la sociedad y al Estado. “El afuera de la escuela tiene que ayudar, y las demandas sobre lo que hay que enseñar y aprender no pueden ser exclusivamente tarea de los docentes o de las instituciones públicas”, concluyó.