Hablar de suicidio no es fácil, un tema que nos interpela como sociedades, en sociedades bajo permanente conmoción e incremento de las tasas de suicidio en algunas regiones y en ciertas franjas etarias, es un tema que debe ser abordado de manera profunda.
La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio decidió desde el año 2003 en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebrar el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, todos los 10 de septiembre, para concientizar y visibilizar esta problemática.
El de este año el lema convocado es “Cambiar la Narrativa” y “Empecemos a Hablar”. Un tema particularmente importante y central ya que alrededor del suicidio existen una extensa cantidad de mitos, tabúes y errores conceptuales, el más grande, quizás, es “de eso no se debe hablar”. La Red dialogó con el director provincial de Políticas de Prevención de Salud Mental del Ministerio de Salud de Catamarca y director de Salugénica, Centro de Intervenciones Suicidológicas, Diego Molina, quien coincidió que el comenzar a hablar es también primordialmente permitirse y permitir una escucha sobre estos temas que mostrar que existe un real apoyo y acompañamiento en estas problemáticas referidas a la salud mental. “Este lema nos invita a pensar que nadie puede estar solo en estas situaciones complejas, ningún grupo, ninguna institución”.
El especialista explicó que durante la semana la mayoría de instituciones que trabajan en salud mental “estamos visibilizando y sensibilizando lo que es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio en los medios y espacios públicos porque es una problemática que necesita estar puesta en escena”.
“Cuando proponemos hablar de suicidio se intenta romper uno de los mitos más grandes que es que hablar de suicidio incita al suicidio y en realidad es que cuando se habla es porque hay señales de advertencia, desde una actitud compasiva, y valorar la verdadera situación de riesgo”, dijo Molina.
Actitudes de prevención
En cuanto a actitudes para prevenir y no subestimar la problemática, e instancias de acompañamiento, el especialista indicó que: “hay una regla básica que el suicidio se puede prevenir pero no evitar”, y subrayó la importancia de la prevención desde el “uno a uno”, en el “entorno afectivo inmediato, en el apoyo social que dan los docentes, familiares y amigos, haciendo una escucha activa, advirtiendo los dolores que está sintiendo el otro, hacer la pregunta relacionada al suicidio que no es otro mas que comenzar a escuchar al otro”.
En este sentido, remarcó tres cuestiones fundamentales: “la escucha activa, la contención afectiva y el acompañamiento efectivo”. “Cuando alguien se enferma físicamente lo acompañamos, cuidamos, cuando hay temas de salud mental debe ser igual, acompañar este proceso y cuidar a la otra persona. La cuestión comienza a cambiar porque la persona comienza a ver que no está sola, que está acompañada y seguramente mitigan la intensidad de los síntomas y comienza a buscar recursos de ayuda”.
En cuanto al trabajo de los medios de comunicación, el especialista indicó que es fundamental realizar un “periodismo responsable”, donde se hable desde un marco esperanzador y reconocer los recursos que hay en las comunidades para acompañar a las personas.