En el juicio que se sigue por el homicidio de Zoé, los médicos forenses declararon ayer los detalles de las causas de la muerte de la niña. Según las declaraciones, Zoé falleció por asfixia al inhalar humo, pero los peritos señalaron la presencia de un golpe premortem en la mandíbula, lo que podría haberla dejado inconsciente antes de que se iniciara el fuego.
La abogada de la familia de la víctima, Marcela López, explicó, en dialogo con La Red, que este golpe es clave para entender el estado en que se encontraba la menor al momento del incendio. Aun así, se espera el testimonio de una antropóloga forense, que realizó una segunda autopsia y será quien podrá esclarecer si Zoé presentó otros golpes previos a su fallecimiento.
López también destacó que Zoé estaba con vida cuando el fuego fue iniciado, pero debido al posible golpe que la habría dejado inconsciente, no pudo defenderse. Este dato permite reconstruir cómo fue la escena del hecho que tiene como acusados ala madre de la víctima y a su padrastro.
Según la abogada, el cuerpo de Zoé fue encontrado con un 80% a 90% de quemaduras, lo que dificultó la identificación de otros posibles signos de violencia. En este sentido, López añadió que los órganos de la menor presentaban signos de haber estado expuestos a temperaturas extremadamente altas, y sus huesos se desintegraban al tacto por el grado de carbonización.
El juicio continuará con el testimonio de más peritos forenses y la declaración de otros testigos citados por los fiscales. Hasta la fecha, declararon 20 de los 138 testigos convocados, por lo que se espera que el proceso se extienda durante un largo periodo.
La acusación
Según la investigación judicial de Fiscalía, “el hecho se produjo en noviembre de 2021, cuando la víctima quedó inconsciente luego de sufrir una golpiza por parte de su madre (Jimena Córdoba), y en este estado de total indefensión; Córdoba y Andrés Bustamante, procedieron a colocarla debajo de una motocicleta, y luego prendieron fuego; ocasionándole el incendio de su cuerpo, provocándole finalmente su muerte por asfixia de humo y quemaduras extremas”.
María Jimena Córdoba (la progenitora) y Andrés Regino Bustamante (alias “El Pastor”), se encuentran acusados como supuestos coautores materiales del delito de “Homicidio Agravado por Alevosía y Criminis Causa”, y en el caso de la progenitora, también “agravado por el vínculo”, previstos en el artículo 80, inciso 1, 2 y 7 del Código Penal, de conformidad a lo dispuesto por los artículos 327, 328, 329 y 330 del Código procesal Penal.