La justicia de La Rioja falló a favor de un empleado despedido por la empresa de correo privado Ocasa, que lo había acusado de un robo durante la pandemia. La empresa deberá pagar una indemnización de $86.105.157,67 al trabajador, quien fue cesanteado tras ser responsabilizado por la desaparición de elementos en el depósito, acusación que nunca se pudo comprobar.
En diálogo con La Red, el juez Leguizamón León, explicó: “Se trata de un empleado de un correo privado que fue despedido durante la pandemia. Fue responsabilizado por la desaparición de algunos elementos que faltaron del depósito de ese correo privado”.
El trabajador, al ser despedido con esta acusación, inició un proceso judicial para defender su inocencia, argumentando que no había participado en ninguna sustracción o robo. “Acaba de terminar el proceso judicial, al menos en la primera instancia, en donde el trabajador hace su reclamo concretamente referido a que él no había participado de ninguna pérdida”, agregó el juez.
Durante el proceso, la empresa afirmó contar con videos, audios y otros elementos que probarían la responsabilidad del trabajador. Sin embargo, según el juez Leguizamón León, “finalmente no aportaron ninguna de esas pruebas. No llevaron los originales de la documentación que decían tener, las cintas magnetofónicas y de video tampoco las aportaron”. Además, los testigos presentados, incluso los pertenecientes a la misma empresa, testificaron a favor del trabajador, describiéndolo como un buen empleado con años de experiencia en la compañía.
Dado que las pruebas no se presentaron y los hechos imputados no pudieron ser comprobados, el fallo concluyó a favor del empleado. “La sentencia fue hacer lugar a la demanda del trabajador por despido indirecto y por esta acusación falsa que se le había hecho. Se hizo lugar también a las indemnizaciones agravadas descritas en la sentencia”, detalló el juez.