La investigación sobre la muerte de Marcelo Adaro, comerciante y vecino de Chepes, se encamina hacia la hipótesis de un homicidio, según afirma la querella. El abogado de la familia, Víctor Bustos, junto a su colega Laura Garay, se constituyeron como querellantes particulares tras conocer el informe preliminar de autopsia, presentado el martes por los jueces de instrucción. A partir de ese momento, la causa ha dado “un giro de 180 grados”, sostiene Bustos, quien aseguró que “se trataría de un homicidio y no de un suicidio”.
El informe forense reveló que Adaro fue encontrado con un disparo en el lado izquierdo del cráneo, con el proyectil alojado en su cabeza, a pesar de que el cuerpo estaba quemado en un 70 a 80 % debido al incendio en su domicilio. “Esto nos lleva a descartar la hipótesis de un accidente; aquí intervinieron otras personas, y todos los indicios apuntan a que no se trató de un suicidio”, declaró Bustos. La situación tomó a los peritos y a la familia por sorpresa, según afirma el abogado, reforzando la idea de una intervención externa en el hecho.
La División de Homicidios de la Policía Judicial realizó una inspección ocular en el departamento donde se hallaron indicios que resultan clave para la investigación. El cuerpo de Adaro yacía en el dormitorio, donde supuestamente comenzó el incendio que después se propagó al resto de la vivienda, quemando muebles y camas. Sin embargo, Bustos destacó que en la inspección no se encontraron proyectiles adicionales, lo cual, en su opinión, respalda aún más la hipótesis de un disparo desde el exterior y no un suicidio.
Otro aspecto relevante para la querella es la escasa iluminación alrededor de la vivienda, rodeada de árboles grandes, y la presencia de la camioneta de Adaro en la entrada, lo cual habría facilitado el acercamiento de un agresor sin ser visto. “Si alguien quiso aprovechar esa circunstancia, pudo haber disparado desde fuera de la casa, usando la oscuridad para cubrirse”, explicó Bustos.
Los movimientos de Adaro durante la noche del suceso fueron reconstruidos a partir de testimonios de vecinos y familiares. Alrededor de las 11:30 horas, Adaro pidió una hamburguesa a un servicio de delivery y estuvo tomando mates en su hogar. Según el testimonio de una sobrina, quien reside en el departamento contiguo, aproximadamente a la 1:30 a.m. se escuchó una explosión en la vivienda de Adaro. Al salir a investigar, la joven observó cómo el fuego se expandía rápidamente, alcanzando las ventanas y parte del techo.
Bustos explicó también que están pendientes las pericias para determinar la causa exacta del incendio, que se sospecha fue intencional. “En menos de diez minutos, el fuego consumió gran parte del cuarto y los muebles”, detalló el abogado, quien sugiere que se pudo haber utilizado algún tipo de acelerante para avivar las llamas.
“Todos los elementos que analizamos nos llevan a pensar en un homicidio. La familia merece saber qué ocurrió realmente”, manifestó Bustos.