La suspensión por 180 días de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,efectuada hoy tras la aprobación en el Senado del juicio político contra la mandataria despertó distintas reacciones en países, dirigentes y organismos locales, internacionales y de la región.
El gobierno argentino afirmó hoy que "respeta el proceso institucional que se está desarrollando en Brasil", donde esta mañana el Senado resolvió iniciarle juicio político a la presidenta Rousseff, se informó oficialmente.
Asimismo, las autoridades argentinas confían "en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña", indica un breve comunicado difundido por la Cancillería. La nota agrega que "el gobierno argentino continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional".
Venezuela brinda apoyo a Dilma
Tras conocerse la votación, el gobierno de Venezuela convocó a sus partidarios a concentrarse en el centro de Caracas para manifestar su apoyo a la presidenta Rousseff. La actividad iba a ser encabezada por el presidente Nicolás Maduro, según indicó una convocatoria oficial.
También un sector oficialista en el Parlamento venezolano expresó su rechazo a la decisión en contra de Rousseff, al considerar que es "una violación a la democracia".
EE.UU., toma distancia y confía
En tanto, el gobierno de Estados Unidos dijo hoy que "confía" en la robustez de las instituciones brasileñas para superar la crisis que vive el país. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que EEUU continuará "al lado" de Brasil pese a estos tiempos "complejos" y, afirmó, "sigue teniendo confianza en la capacidad del gobierno brasileño" para superar esta crisis.
Earnest reiteró que Estados Unidos considera a las instituciones brasileñas lo suficientemente maduras para enfrentar la situación, y subrayó que también las respeta, así como "los procedimientos políticos" que se están llevando a cabo en Brasil.
La ONU brega por el diálogo
Por su lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo hoy un llamado a la "calma y al diálogo" en Brasil. En una declaración, Ban, señaló que "confía en que las autoridades del país honrarán los procesos democráticos de Brasil, cumpliendo con el Estado de derecho y la Constitución".
De un modo más firme, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, dijo hoy que el organismo espera que Rousseff, "sea juzgada de acuerdo a las garantías de un Estado democrático".
"Queremos solicitar que se garantice el derecho a la defensa de Rousseff, ella tiene derecho al debido proceso, a las pruebas, a la oposición a las mismas y a presentar de una manera absolutamente discreta todas sus opiniones", señaló.
Samper consideró que en el proceso contra la mandataria brasileña no existen "causas que comprometan su responsabilidad personal en algún delito". Por ello, aseguró, que estas resoluciones "podrían trasladarse de manera peligrosa a la región". "Ningún presidente quedaría exento a partir de mañana de ser encausado en el Congreso de su país y llevado a una destitución", comentó.
El secretario de la Unasur informó que hasta el momento no hay iniciativas para una reunión de mandatarios de la Unión, pero se va a desarrollar "un seguimiento cercano" de la situación brasileña. No descartó que los países miembros puedan aplicar "la cláusula democrática", que es un mecanismo que desalienta las rupturas o amenazas a la democracia en la región.
Uruguay vislumbra cambios
El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, reconoció que "la situación política de Brasil puede tener algún efecto de cambio" en la negociación que mantienen el Mercosur y la Unión Europea (UE) para un acuerdo de libre comercio y en la que el miércoles ambos bloques intercambiaron ofertas.
Colombia, por la estabilidad
El gobierno colombiano, por su lado, confió en que se preserve "la institucionalidad democrática y la estabilidad" de Brasil. "En la actual coyuntura, Colombia confía en la preservación de la institucionalidad democrática y la estabilidad, fundamentos indispensables del Estado de derecho. La estabilidad de Brasil es muy importante para toda la región por su influencia y liderazgo", reza un comunicado de la Cancillería.
Ecuador, preocupado
De igual modo, el gobierno de Ecuador expresó en un comunicado subido a Twitter "su profunda preocupación" por los acontecimientos en Brasil y reiteró "su decidido respaldo al pueblo y al gobierno constitucional de la presidenta Rousseff, legítima depositaria del mandato popular expresado en las últimas elecciones democráticas".
Paraguay respeta las instituciones
En cambio, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, dijo hoy que su gobierno respeta "las decisiones institucionales" e indicó que esa postura parte del principio respetado por el gobierno paraguayo de "la no intervención en los asuntos internos de otros Estados".
En 2012, el Mercosur suspendió a Paraguay tras la destitución de su entonces presidente, Fernando Lugo, por medio de un juicio parlamentario "express" que no permitió la defensa del mandatario. La destitución de Lugo fue señalada como una "alteración del orden democrático" por el Mercosur, formado por Brasil, Uruguay, Argentina, Venezuela y Paraguay.
En Chile, un documento emitido hoy por la Cancillería señaló que "el gobierno expresa su preocupación por los acontecimientos de los últimos tiempos en esa nación hermana, los que han generado incertidumbre a nivel internacional, considerando la gravitación de Brasil en el ámbito regional".
El comunicado agrega: "La democracia brasileña es sólida y los propios brasileños sabrán resolver sus desafíos internos. Chile reafirma su decidido respaldo al Estado de Derecho, los procesos constitucionales y las instituciones democráticas en Brasil y en cada uno de los países de América del Sur".
El Movimiento de los Sin Tierra (MST), el más grande de Brasil, emitió un comunicado en el que repudia la decisión del Senado. "Estamos seguros que la Presidenta no ha cometido ningún delito con el pedaleo financiero. Si fuera así, el proceso también debería caer sobre Michel Temer, y el senador Antonio Anastasia, ex gobernador de Minas Gerais.
"Se trata de un golpe institucional y anti-democrático que faltó el respeto a la voluntad de 54 millones de votantes y fue orquestada por los sectores más conservadores de la sociedad", denunció el movimiento.
Fuente: La Naciòn