El lunes, el gobernador riojano Ricardo Quintela se reunió con representantes de la empresa india SRAM & MRAM, quienes manifestaron su interés en invertir en la industria avícola de la provincia. Este proyecto apunta a fortalecer la exportación de productos avícolas y a abrir el mercado riojano hacia el Pacífico.
El ministro de Trabajo, Empleo e Industria, Federico Bazán, expresó en Radio La Red las ventajas sanitarias de La Rioja para la expansión avícola en comparación con otras provincias de mayor densidad productiva, como Entre Ríos, que enfrentan riesgos sanitarios al aumentar su producción. Bazán explicó que, al contar con un complejo avícola ya operando en la provincia, La Rioja tiene ventajas competitivas en costos y conocimiento productivo. La producción local incluye granjas reproductoras, de engorde y un frigorífico, lo que permite que, con la inversión del grupo SRAM & MRAM, se pueda multiplicar la producción avícola por siete.
Cabe recordar que La Rioja ya abastece a diez provincias argentinas y busca atraer una inversión de cien millones de dólares para abrir el comercio hacia el Pacífico. Asimismo, este proyecto cuenta con el apoyo del exgobernador de La Rioja, Ángel Maza. Según el funcionario, Maza “colabora con la provincia en la tarea de atraer y concretar nuevas inversiones. Su experiencia y conocimiento están siendo fundamentales para acercar inversores interesados en impulsar el desarrollo de La Rioja”.
Incertidumbre
Además de esta iniciativa avícola, Bazán se refirió a la situación actual del parque industrial riojano, afectado por la recesión económica y la incertidumbre sobre la apertura de importaciones. Señaló que, tras la pérdida de más de 600 empleos durante el año, el parque industrial se encuentra en una “meseta”, pero con gran preocupación sobre el futuro, especialmente en sectores como el textil y el calzado. “Queremos cuidar cada uno de los puestos de trabajo y estamos en contacto continuo con el sector privado para evitar más despidos”, destacó el ministro.
Bazán también comentó que, aunque el consumo no repunta y los precios continúan subiendo, la situación provincial refleja la realidad nacional, donde los efectos de la recesión persisten, y la capacidad de compra de los ciudadanos sigue disminuyendo.