En las últimas horas se conoció un giro alarmante para el sector del calzado argentino, la planta de PUMA en La Rioja, ha llevado a cabo el despido de 20 trabajadores, una decisión que fue confirmada por fuentes sindicales.
Esto provocó que la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) manifestara su profunda preocupación ante la posibilidad de que este número se incremente en los próximos días, alertando sobre un posible escenario de recortes laborales adicionales que podría afectar aún más a los empleados.
La situación ha generado un ambiente de incertidumbre y ansiedad entre los operarios, especialmente entre aquellos que, al regresar de sus vacaciones, se encontraron con la sorpresiva notificación de despido. A pesar de que UTICRA ha logrado garantizar que los despedidos recibirán las indemnizaciones correspondientes, el gremio reconoce su impotencia ante una decisión empresarial tan drástica.
Este recorte, ocurre en un contexto complicado para la industria del calzado en Argentina, marcada por una caída significativa en el consumo interno y serias dificultades para las exportaciones, exacerbadas por un tipo de cambio desfavorable que limita la competitividad en mercados internacionales. La combinación de estos factores ha puesto a numerosas empresas en una situación precaria.
Además, el caso de PUMA no es un hecho aislado en el sector. Recientemente, se registró el cierre definitivo de la fábrica del grupo Dass en Coronel Suárez (Buenos Aires), dejando sin empleo a 360 trabajadores. Asimismo, la firma Bicontinentar en Chivilcoy despidió a 130 de sus 170 empleados, reflejando una tendencia alarmante que amenaza con profundizar la crisis laboral.
Ante este sombrío panorama, UTICRA se mantiene vigilante y activa en la defensa de los derechos laborales. La incertidumbre persiste y el temor a nuevas cesantías se cierne sobre un sector que lucha por sobrevivir ante un entorno económico adverso.