
Mientras más de 20 mil hectáreas de la Patagonia y Corrientes arden sin control, la Subsecretaría de Ambiente, liderada por Ana María Vidal de Lamas, destina recursos públicos a la adquisición de insumos para el mantenimiento del aire acondicionado en sus oficinas. En paralelo, se solicitan fondos para abordar una plaga de ratas en sus dependencias, mientras los incendios forestales continúan devastando el país.
Los incendios en el sur de Argentina están arrasando con la biodiversidad local, poniendo en peligro especies autóctonas y afectando la salud de las poblaciones cercanas. Sin embargo, a pesar de esta crisis ambiental, la Subsecretaría ha priorizado el mantenimiento de sus sistemas de aire acondicionado, como se evidencia en un pliego publicado el 4 de febrero de 2025. Este documento detalla la compra de un kit de herramientas para refrigeración que incluye un manómetro y otros insumos.
A medida que la Patagonia y Corrientes siguen siendo consumidas por el fuego, las oficinas de la Subsecretaría parecen ser la principal preocupación en la gestión de Vidal de Lamas. La situación se agrava con otro gasto solicitado el mismo día: un servicio semestral para la limpieza y desinfección de los tanques de agua potable en su sede en Buenos Aires. Este gasto parece contradecir la urgencia de destinar recursos a la prevención y lucha contra los incendios que azotan al país.
En cuanto a la gestión de plagas, el 8 de noviembre de 2024, se solicitó un servicio para desinfección, desratización y desinsectación en las dependencias del organismo. Dos empresas fueron recomendadas para este servicio: COMPAÑÍA FUMIGADORA DEL NORTE S.R.L., con un costo del servicio de $3.852.000, y GRUPO EFIA SRL, con un costo más bajo de $2.153.880. Ambas están registradas en el proceso de compra 262-0014-CDI24.
Este pedido pone en evidencia otro aspecto del deterioro en la gestión: ni siquiera pueden controlar una plaga dentro de sus propias oficinas, pero tienen la responsabilidad crítica de manejar incendios forestales a nivel nacional. Además, es alarmante que hasta ahora no se hayan ejecutado los fondos destinados al manejo del fuego, que ascienden a más de 33 mil millones de pesos, recursos que están disponibles desde el presupuesto aprobado en diciembre de 2024.
La falta de ejecución presupuestaria refleja una desconexión preocupante entre las prioridades establecidas por la gestión de Vidal de Lamas y la emergencia ambiental que enfrenta el país. Mientras el fuego sigue arrasando con ecosistemas vitales y amenazando vidas humanas, la Subsecretaría parece más enfocada en mantener sus comodidades que en abordar los desafíos ambientales urgentes que afectan a toda una nación.