
Las clases primarias comenzaron teóricamente en algunas provincias. Decimos teóricamente porque en realidad los gremios docentes decretaron paro con resultados dispares. La medida fue en adhesión a lo dispuesto por una entidad gremial de nivel nacional que reclama un piso salarial para los docentes de todo el país.
El gobierno nacional, en concordancia con lo decidido por el Consejo Federal de Educación ofertó subir de 420.000 a 500.000 pesos mensuales el salario básico docente (cuatro horas). El CFE es integrado por todos los ministros de Educación de todas las provincias. Pero la Confederación Educativa (CTERA) acusando al gobierno nacional de “no querer discutir el presupuesto educativo, las condiciones laborales, infraestructura escolar, fondos para los comedores escolares, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el cumplimiento de la Ley de Educación Técnica Profesional”.
Pero hete aquí que la educación básica es exclusiva responsabilidad de las provincias. Esto es así por elección de las propias provincias que en el artículo 5° de la Constitución Nacional establecieron que ellas tendrán su Constitución provincial que asegure –entre otras cosas– la administración de la educación. En sus 24 Constituciones, las provincias reafirman su voluntad de ser las responsables por la educación inicial, primaria y secundaria.
Sin embargo, en 1998 se creó el Fondo Nacional de Incentivo Docente y en el 2005 el Fondo de Compensación Salarial Docente para pagar desde la Nación una parte marginal del salario docente. Además, también en el 2005 se estableció que una paritaria nacional fijaría el salario mínimo docente que deben pagar todas las provincias.
Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino “el año pasado, con muy buen tino, se eliminaron ambos fondos y se desarticuló la paritaria nacional. Pero ahora, se volvió a la paritaria nacional para tratar de reducir las diferencias de salarios entre provincias”.
Tomando el salario de un maestro de primaria con 10 años de antigüedad y la media de los salarios privados se observa que: En las provincias del centro los docentes cobran un 14% más que en las provincias del norte, mientras que los asalariados privados registrados cobran un 24% más. En las provincias del sur los docentes tienen remuneraciones un 49% superiores y en el sector privado un 107% superiores a las provincias del norte.
Es decir que las brechas regionales de remuneraciones de los docentes son aproximadamente la mitad que las brechas observadas en el sector privado.
Estos datos muestran que hay diferencias salariales importantes entre regiones. Varios factores explican las diferencias de salarios entre provincias. Resaltan las diferencias de costo de vida y en los niveles de desarrollo. “En este contexto forzar desde una paritaria centralizada la nivelación de los salarios docentes es una intervención contraproducente” afirma el Instituto.
Para este Instituto independiente,”la solución no es forzar la nivelación de salarios desde una paritaria nacional sino inducir a que se mejore la gestión y promover el desarrollo. La paritaria central no resuelve ninguno de estos problemas sino que, por el contrario, agrega nuevos. Uno muy dañino es que la mayoría de las provincias hicieron un gran esfuerzo para acordar con sus gremios locales la actualización de las escalas salariales. Sin embargo, el ciclo lectivo arrancará con paros docentes debido al conflicto generado por la paritaria nacional. Un conflicto que no le compete al Estado nacional y que no tiene ninguna competencia para resolverlo”.
A lo cual hay que agregar la pregunta del millón: ¿de dónde saldría el dinero para pagar esa parte del salario docente a las provincias que no lleguen a ese piso? Porque antes se resolvía muy fácilmente: se imprimían más billetes, se aumentaba el déficit fiscal y listo!. Pero con el actual gobierno nacional sabemos que eso no va a suceder.
A todo esto en las conversaciones entre gremios y gobierno, nadie menciona la calidad educativa. Al respecto, el informe del instituto agrega un dato interesante: “según los Censos 2010 y 2022, la población en edad de asistir a la educación primaria creció 7%, la matrícula de primaria creció sólo 4%. Mientras tanto, los cargos docentes al frente de alumnos en primario crecieron un 20%. La desidia en la gestión, el ausentismo y la desmotivación de los docentes están en la base de la baja performance educativa y el consiguiente deterioro de los indicadores educativos”.
En el caso de La Rioja también hay que señalar que no cumple con el piso mínimo de 180 días de clase efectiva, junto Jujuy y Chaco. A partir de este año, según lo establecido por el Consejo Federal de Educación (CFE), las jurisdicciones tienen que cumplir con un mínimo de 760 horas reloj anuales de clases. Caso contrario, deberán recuperar la cantidad de horas no dictadas. Sin embargo, 11 provincias planificaron menos de 760 horas de clase en sus calendarios escolares. Esto afecta al 42% de los alumnos del nivel primario; es decir, 2 millones de estudiantes (Chequeado.com).
El año pasado hubo un período de paro docente muy prolongado en La Rioja, sin embargo la recuperación de los días de clase perdidos no se cumplió en forma acabada. Tampoco hoy se entiende el por qué del paro docente, porque según el ministro de Educación, Ariel Martínez, a principio de febrero se llegó a un acuerdo paritario feliz con los gremios educativos, excepto claro está AMP.
Pero el funcionario también anunció que su ministerio está trabajando en un proyecto para la denominada “Nueva Escuela Secundaria” porque según él “es una deuda que tiene el sistema educativo nacional, pero hoy La Rioja va a tomar la posta y vamos a comenzar a trabajar con el nivel secundario para la transformación que se necesita”, lo cual no es real puesto que como se vio la Nación no tiene ninguna competencia en la educación básica de La Rioja, sino que es de absoluta competencia provincial. ¿Tal vez se cometió ese desliz porque estamos en un año electoral?