
En la tarde de este miércoles, jubilados de diversas organizaciones se unieron a hinchadas de distintos clubes de fútbol en una manifestación en las inmediaciones del Congreso, buscando respaldo en su protesta. La movilización, que reunió a miles de personas, tenía como objetivo visibilizar sus demandas y exigir atención a sus derechos.
Sin embargo, la protesta se tornó violenta cuando efectivos de la Policía Federal comenzaron a llevarse a algunos detenidos. La situación se complicó aún más cuando la policía reprimió la manifestación utilizando balas de goma, gas lacrimógeno y camiones hidrantes.
El Gobierno había anticipado que implementaría “estrictas medidas para garantizar el orden y la seguridad pública” durante la movilización, que fue calificada como un evento potencialmente conflictivo debido a la participación de hinchadas del fútbol argentino, comúnmente referidas como barras bravas.
En un comunicado oficial, la cartera de seguridad advirtió que “cualquier persona que incurra en conductas que afecten la seguridad, participando en actos que generen desmanes o disturbios con violencia contra las personas o los bienes, o que realice cualquier acción contraria a la ley, será identificada y detenida”.
La situación continúa siendo monitoreada por las autoridades mientras los jubilados y las hinchadas persisten en su lucha por ser escuchados.