
El costo de vida en Argentina experimentó un aumento del 2,4% en febrero de 2025, superando el incremento del 2,2% registrado en enero. Este crecimiento mensual refleja una tendencia preocupante, con una inflación acumulada del 66,9% en los últimos doce meses y un alza del 4,7% en lo que va del año. Estos datos fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La división que lideró los aumentos en febrero fue la de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un incremento del 3,7%. Este aumento se atribuye principalmente a las subas en los alquileres y gastos conexos, así como a los precios de la electricidad y gas. Este rubro refleja el impacto directo que los costos de servicios esenciales tienen en el presupuesto familiar argentino.
Por su parte, Alimentos y bebidas no alcohólicas también mostró un significativo aumento del 3,2%, siendo las carnes y sus derivados los protagonistas de este incremento. Este rubro se ha convertido en el gran traccionador del Índice de Precios al Consumidor (IPC), afectando la canasta básica y generando preocupación entre los consumidores.
A nivel regional, la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo la mayor incidencia en todas las áreas del país. Esto indica que el aumento en precios no es un fenómeno aislado, sino que afecta a todos los argentinos por igual. La carne, en particular, ha sido un punto crítico para muchas familias que luchan por mantener su poder adquisitivo frente a estos constantes aumentos.
En contraste con estos aumentos significativos, las divisiones que registraron las menores variaciones fueron equipamiento y mantenimiento del hogar (1,0%) y prendas de vestir y calzado (0,4%). Estos sectores parecen haber mantenido cierta estabilidad en medio del clima inflacionario generalizado.
Analizando las categorías del IPC, se observa que el IPC núcleo lideró el incremento con un 2,9%, seguido por los precios regulados que subieron un 2,3%. Sin embargo, los precios estacionales mostraron una baja del 0,8%, lo que sugiere que algunos productos pueden estar experimentando fluctuaciones típicas de la temporada.
El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el BCRA había pronosticado una inflación minorista del 2,3% para febrero y una leve baja a 2,2% para marzo. Sin embargo, la realidad ha quebrado esta tendencia a la baja. Por primera vez durante la administración actual se registró una proyección de mayor inflación para el futuro inmediato.
Este cambio en las expectativas económicas es significativo. El REM recopiló pronósticos de 39 consultores tanto nacionales como internacionales y refleja una inquietud creciente sobre cómo la administración actual está manejando la economía. Las proyecciones más pesimistas podrían indicar un período desafiante por delante para las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei.
En conclusión, mientras Argentina enfrenta un contexto inflacionario complejo con aumentos notables en vivienda y alimentos esenciales, es vital seguir monitoreando cómo estos cambios impactan el día a día de los ciudadanos. La inflación no solo afecta números; tiene repercusiones directas sobre la calidad de vida y el bienestar económico de millones. La necesidad de estrategias efectivas para contener esta situación es más urgente que nunca.
Fuente: NA