
Durante el acto por por un nuevo aniversario de la fundación de la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja, el obispo Dante Braida instó a la comunidad a sembrar valores como la justicia, la solidaridad y el respeto al prójimo. En un mensaje con fuerte contenido social, advirtió sobre los males que impiden el desarrollo del pueblo, entre ellos el consumismo, la corrupción, la desvalorización de la familia y el avance del narcotráfico.
“Dios quiere un pueblo feliz, por eso siembra en nosotros su palabra”, expresó Braida, y pidió que esa palabra “guíe nuestras acciones y también nuestro compromiso con el desarrollo de toda la sociedad, de modo particular de los más pobres y marginados”.
El obispo remarcó la importancia de identificar todo aquello que “nos ahoga” como las espinas en la parábola bíblica, entre lo que incluyó también las injusticias y la pérdida del trabajo comunitario.
Asimismo, destacó el rol de la Iglesia en el acompañamiento a personas con consumos problemáticos, a través de los “hogares de Cristo” y otros centros de contención barrial que funcionan en la ciudad. En estos espacios —señaló— se trabaja la recuperación de la autoestima, la prevención con niños y adolescentes, y se brinda un lugar de integración comunitaria. “Poco a poco, las personas van dejando atrás el consumo problemático, encuentran un camino de recuperación y se sienten nuevamente parte de una comunidad”, explicó.
También hizo mención al grupo de Alcohólicos Anónimos que funciona en la Catedral de lunes a sábado, y a la labor de la institución Fazenda da Esperança, que ofrece contención a familias y personas que atraviesan situaciones difíciles.
“Damos gracias a Dios por nuestra rica historia como pueblo riojano y pedimos que su palabra siga siendo sembrada y encuentre tierra fértil en cada uno de los ciudadanos”, concluyó.