
Este sábado se apagó la voz de Ramón Navarro, el reconocido cantautor riojano, a los 91 años. Su legado artístico lo ubica como una figura central en la música popular argentina, con una obra que trascendió generaciones.
Autor y compositor de clásicos como “Chayita del Vidalero”, “Coplas del Valle”, “Patios de la Casa Vieja” y “Mi Pueblo Azul” —esta última declarada himno oficial de su pueblo natal, Chuquis, por el Municipio de Castro Barros—, Navarro dejó una huella profunda en el repertorio folklórico nacional, interpretado por destacados conjuntos y solistas.
Además de sus composiciones originales, supo musicalizar con sensibilidad y maestría poemas de grandes autores como Manuel J. Castilla, José Pedroni, Ariel Petrocelli, León Benarós, entre muchos otros, ampliando así el puente entre la poesía y la música popular.
Fue también la voz de “Los Caudillos”, emblemática obra de Ariel Ramírez y Félix Luna, y compuso la música de “La Cantata Riojana”, con letras de Héctor David Gatica, considerada una pieza fundamental que recorre la historia de La Rioja desde sus orígenes.
Ramón Navarro no solo fue un artista, sino un custodio de la identidad cultural riojana y argentina. Su voz y sus canciones seguirán resonando como parte del alma colectiva de su tierra.