
En las últimas semanas, el Gobierno Nacional comenzó a implementar un proceso de verificación y control sobre las pensiones laborales por discapacidad, lo que ha generado incertidumbre y preocupación entre los beneficiarios.
Uno de los casos que refleja esta situación es el de Eduardo Gramajo, quien dialogó con Radio La Red y explicó en detalle cómo se está llevando a cabo este operativo: “La semana pasada, a través del Correo Argentino, empezaron a llegar cartas documento dirigidas a los beneficiarios. En ellas se les solicita que se presenten en un consultorio determinado, en un día y horario específico, con toda la documentación que acredite su condición”, explicó Gramajo.
En el caso de su madre, quien es beneficiaria de una pensión por discapacidad, se le indicó presentarse el próximo 17 de julio a las 18:00 horas en el consultorio del Dr. Luis Daniel Rey, con su Certificado Único de Discapacidad, estudios médicos y DNI.
Según Eduardo, el propio médico que realizará el control le explicó que se trata de una tarea que viene directamente desde Nación y que su función es simplemente llevar adelante una verificación técnica de los casos.
Sin embargo, esta medida ha generado temor e incertidumbre en la comunidad. “Conozco al menos cinco beneficiarios solo en mi manzana. Son personas con discapacidades reales, sin posibilidades de salir a trabajar. Y sin embargo, están muy preocupados por la posibilidad de que se les quite la pensión”, agregó Gramajo.
Entre los testimonios que recolectó, mencionó el de una joven vecina con una pérdida visual del 90%, y su pareja, quien sufre de epilepsia y trastornos mentales. Ambos reciben pensiones laborales y se encuentran profundamente angustiados por estos controles.
“A todos nos preocupa la posibilidad de que se estén generalizando los casos. Entendemos que puede haber personas que cobran sin tener discapacidad, pero acá hay muchos casos reales que necesitan esa ayuda para subsistir. El miedo es que se pierda ese derecho por algún error o por no contar con todos los papeles a tiempo”, advirtió.
Aunque no se ha informado oficialmente si los controles implicarán la baja automática de pensiones, el temor está instalado, y la demanda de información y contención por parte de las autoridades es urgente. “Esto no es solo un trámite. Para muchos es la diferencia entre poder vivir con un mínimo de dignidad o no. Esperamos que se revise cada caso con humanidad”, concluyó Eduardo.