
Un año atrás, bajo la medianoche helada del 9 de julio, Javier Milei y 18 gobernadores sellaban en la Casa Histórica de Tucumán el llamado Pacto de Mayo, una puesta en escena de unidad federal en torno a diez principios reformistas que prometían refundar la Argentina. Este semana, el Presidente volverá al mismo escenario este martes, por la noche para encabezar el acto por el Día de la Independencia, pero lo que iba a ser una celebración republicana se ha transformado en un termómetro de la fractura entre Nación y provincias.
La expectativa inicial era repetir la postal fundacional. Pero la realidad política es otra: ajustes, recortes, promesas incumplidas y una tensión creciente por la coparticipación y los fondos discrecionales han erosionado la relación con los gobernadores, incluidos muchos de los que en 2024 firmaron el pacto. De hecho, varios de ellos todavía no confirman su presencia, y las ausencias ya no se reducen al kirchnerismo ni peronismo dialoguista.
El evento, previsto para las 23 del martes, con la llegada de Milei a Tucumán una hora antes, está rodeado de incertidumbre. Desde la gobernación tucumana, a cargo de Osvaldo Jaldo, uno de los mandatarios peronistas más moderados, reconocen que el operativo está en marcha, pero sin garantías de quorum político. “Todo el gabinete ha sido invitado”, informaron desde su entorno, aunque admiten que la escena no será la misma que el año pasado.
Entre los gobernadores ya descartados figuran los cinco que no firmaron el pacto en 2024: Axel Kicillof (Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Pero a ellos se suman dos radicales con peso propio: Maximiliano Pullaro (Santa Fe), actualmente de gira oficial por Estados Unidos, y Alfredo Cornejo (Mendoza), que alegó razones logísticas y priorizó el desfile patrio en su provincia.
También está en duda la presencia de Gustavo Valdés (Corrientes), quien recientemente rompió relaciones políticas con La Libertad Avanza y se bajó de una posible alianza electoral para los comicios del 31 de agosto. Otros gobernadores como Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones) se comunicaron con Tucumán para conocer detalles del acto, pero aún no confirmaron si acompañarán la nueva puesta en escena presidencial.
Mientras el Gobierno nacional insiste en mantener el equilibrio fiscal como bandera, desde las provincias acusan un abandono. “Nosotros hicimos más ajuste que la Nación”, disparó Jalil en una entrevista reciente. Y agregó: “El Gobierno habla demasiado del pasado, de Cristina Kirchner. Hay que empezar a hablar del futuro”.
La irritación provincial se agudiza por el recorte de fondos para salud, educación, obra pública e infraestructura básica, que afectó incluso a hospitales emblemáticos como el Garrahan, en CABA. En voz baja, varios mandatarios aseguran que la relación con la Nación está en su punto más frágil desde el inicio del gobierno libertario.
Fuente: Diario La Nación