Mauricio Macri viajó a China para encontrarse con Xi Jinping e intentar cerrar algún acuerdo beneficioso para Argentina. Sin embargo, durante la charla, un inesperado pedido del mandatario asiático sorprendió a la comitiva nacional en la Casa de los Huéspedes.
Los chinos no suelen salirse del protocolo, pero Xi no quiso dejar pasar la oportunidad de conseguir mayor sabiduría sobre un tema que lo desvela desde que llegó al poder: el fútbol. "Queremos que dentro de 20 años haya un Messi o un Maradona chino, y para eso necesitamos de la ayuda de ustedes", soltó el oriundo de Beijing.
"Para eso les va a faltar bastante, pero podemos ayudarlos si quieren", soltó, entre risas, Macri. Más allá de esto, acordaron de palabra un encuentro en los próximos meses en Buenos Aires, para que entrenadores y jugadores de la Selección de China puedan capacitarse y conocer los predios que poseen Boca y River.
Si bien esto parece ser una simple anécdota dentro del cónclave entre ambos mandatarios, Xi Jinping convirtió al fútbol en una cuestión de Estado. Profundizó la enseñanza de este deporte en los colegios y la inversión de muchísimo dinero en la liga local, sólo con un objetivo: poder ganar un mundial antes del 2050.
Uno de los datos más salientes para graficar este boom por el fútbol en el país asiático son los 680.000 millones de euros que tiene previsto aportar el gobierno en los próximos diez años. Y, para el 2020, aspiran a tener20.000 centros de entrenamiento y 70.000 canchas.
Además, disponen de grandísimas sumas de dinero paracontratar a futbolistas de la talla de Hulk, Ezequiel Lavezzi, Gervinho, Jackson Martínez, Fredy Guarín y Ramires; o entrenadores de renombre, como Luiz Felipe Scolari, Fabio Cannavaro, Sven-Göran Eriksson y Manuel Pellegrini.
Fuente: Infobae.