
En un nuevo capítulo de la crisis que atraviesa el sistema científico nacional, trabajadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) realizarán un paro de 48 horas a partir del miércoles 6 de agosto. La medida incluirá una vigilia con acampe frente al Polo Científico-Tecnológico, en el barrio porteño de Palermo, y busca visibilizar el ajuste presupuestario que afecta al organismo, la precarización laboral creciente y los despidos sin justificación que se repiten desde hace más de un año y medio.
El conflicto se enmarca en un proceso de desfinanciamiento sostenido que comenzó con la llegada del presidente Javier Milei al gobierno y que impacta de lleno en el corazón del sistema científico nacional. Los trabajadores denuncian que los salarios se encuentran por debajo de la línea de pobreza, que hay demoras injustificadas en la publicación de los ingresos a carrera y que se ha paralizado el financiamiento de proyectos clave. A eso se suma un dato alarmante: solo en el primer semestre de 2025, el CONICET perdió más de mil puestos de trabajo, según cifras oficiales del INDEC.
“Somos parte de un organismo que sigue generando conocimiento de altísimo nivel, pero que hoy está en riesgo de vaciamiento”, expresaron desde la Asamblea de Trabajadores del CONICET.
Paradójicamente, el reclamo ocurre en un momento de alta exposición pública para el organismo. En las últimas semanas, el CONICET fue protagonista de una exitosa expedición submarina junto al Schmidt Ocean Institute, cuya transmisión en vivo desde Mar del Plata reunió a más de 80 mil personas conectadas en simultáneo. “La ciencia argentina conmueve y despierta interés en todo el mundo, pero en casa está siendo desmantelada”, advirtieron investigadores.
Durante las dos jornadas de protesta, la sede de Godoy Cruz 2300 será el epicentro de una serie de actividades abiertas al público: habrá charlas con científicos, una marcha con antorchas el miércoles por la tarde, un acto central y una asamblea el jueves por la mañana. El objetivo es claro: salir del aislamiento presupuestario y hacer visible el impacto que las políticas de ajuste tienen sobre la ciencia nacional.
Entre los puntos centrales del reclamo también figura la demora en la publicación de los resultados de la convocatoria 2023 para el ingreso a la Carrera del Investigador Científico (CIC) y del Personal de Apoyo (CPA), un documento que debió conocerse hace meses y cuya postergación genera más incertidumbre en el sector. Además, se cuestiona el recorte en las becas postdoctorales y el freno a los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT), una herramienta clave para sostener líneas de investigación en todo el país.
Según datos del INDEC, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación perdió 4.040 empleos públicos solo en la primera mitad del año. De ese total, 1.085 pertenecen al CONICET, lo que representa una caída del 5,4% de su planta.
Fuente: NA