
El robo de una garrafa de 40 kilos en la Escuela N° 64 de Pituil, ocurrido a fines de enero, tuvo ayer una resolución judicial que busca dejar un mensaje claro: el delito no quedará sin consecuencias. Dos hombres señalados como responsables recuperaron la libertad, pero solo bajo condiciones estrictas impuestas por el juez Jorge Jalil. Cada uno deberá pagar 600 mil pesos como reparación económica, un total de 1,2 millones, que será entregada directamente a la escuela previo acuerdo con el fiscal.
La vicedirectora, Nicolasa Salaya, había denunciado que, para llevarse el tubo de gas, los acusados forzaron accesos, rompieron alambrados y destrozaron puertas. La garrafa es clave para el funcionamiento del comedor escolar, que a diario prepara el almuerzo de los alumnos. El hecho generó enojo en toda la comunidad, que consideró el ataque como un golpe directo a los chicos.
Además de la fianza, el juez les prohibió acercarse a la vicedirectora, salir del pueblo, consumir alcohol o drogas, y ordenó que se presenten ante la Justicia cada vez que sean citados. El incumplimiento de cualquiera de estas condiciones implicará su regreso inmediato a prisión.
Con esta medida, el tribunal intenta que la libertad no signifique impunidad: el daño causado debe ser reparado y las reglas, cumplidas. De lo contrario, las rejas volverán a cerrarse.
Fuente: Diario de Chilecito.